Mikel INSAUSTI
TILL. EL CRIMEN QUE LO CAMBIÓ TODO

La ley de Lynch

La cineasta nigeriana Chinonye Chukwu lleva camino de especializarse en la recreación de hechos históricos de vital importancia para la comunidad afroamericana. En su celebrada ópera-prima “Clemency” (2019), con la que ganó el Gran Premio del Jurado en el festival de Sundance se basó en el caso real de Troy Davis, preso del corredor de la muerte ejecutado en el año 2011, y que ha quedado como uno de los más claros ejemplos del negro condenado injustamente por el supuesto asesinato de un blanco. En la misma línea, y con producción de la actriz Whoopi Goldberg, presenta ahora “Till” (2022), que reconstruye el linchamiento del menor afroamericano Emmett Till en 1955, que quedó impune a pesar de la lucha de su madre para lograr una ley anti-linchamiento, que no llegaría hasta el pasado año, tras siete décadas más de racismo criminal consentido en los estados sureños.

La película está planteada de principio a fin desde la mirada de las víctimas, representadas por la combativa Mamie Till. No malgasta el tiempo analizando a los personajes de raza blanca, simplemente se detiene en el retrato de la joven Carolyn Bryant, que todavía vive, y que fue la dependienta que comunicó a su esposo que un chico negro se había atrevido a dirigirle la palabra, motivo suficiente para que se organizara una batida de caza humana. Emmet provenía de la ciudad de Chicago, y se había desplazado al Mississippi rural para visitar a unos primos. El juicio que siguió fue una farsa, pero la difusión de la foto del cadáver linchado convirtió a Mamie Till en un símbolo de la visibilización de aquella barbarie hasta entonces ocultada.

La dramaturgia es simple y directa, por cuanto se sustenta en la firme y emotiva interpretación de Danielle Deadwyler, una de las actrices afroamericanas más prometedoras, y a la que se ha podido ver formando parte del insuperable reparto del western negro de Jeymes Samuel “Más dura será la caída” (2021).