La familia Azparren vive un año muy especial con la única pena de que el abuelo, Javier, falleció en octubre y no podrá disfrutarlo. Tanto él como su hijo Mikel compitieron hasta aficionados y transmitieron su pasión a Xabier Mikel y Enekoitz, que comenzaron en el ciclismo el mismo año y han conseguido lo que no pudieron sus antecesores, correr en profesionales con Euskaltel.

Xabier Mikel, que mañana cumple 24 años, recuerda que «hemos pasado muchas horas entrenándonos juntos, pero cada uno hacía su trabajo específico y coincidíamos los días de soltar. Hasta este año, que ha sido más facil que nunca porque nos han puesto todo el calendario juntos. Paso más tiempo con Enekoitz ahora, que no vivo en casa de mis padres, que cuando vivía con él».

Para Enekoitz, de 20, también «está siendo un año muy bonito. Desde pequeños hemos andado en bici juntos y hacerlo ahora por vez primera en el mismo equipo es muy ilusionante. Esta pretemporada ha sido la que más kilómetros hemos compartido».

Hubo un momento en el que se puso en duda que iban a correr con Euskaltel. Xabier Mikel asegura que «teníamos claro que este año queríamos hacerlo en el equipo de casa. Fue la decisión que se tomó y estuvo clara durante el año».

Enekoitz confirma que «al destacar en Essor Basque me llegó alguna oferta y también recibí la de Euskaltel. Tenía claro que mi primera opción era pasar con el equipo de casa y ha sido una buena decisión».

CAMBIO DE PREPARADOR

Los dos han cambiado de preparador, hasta el año pasado trabajaban con el director de Euskaltel Jorge Azanza y ahora con Aritz Arberas, preparador del Bahrain. Xabier Mikel deja claro que «ha sido una decisión conjunta con el equipo. Fue una sorpresa que nos dijera que sí uno de los mejores entrenadores del mundo. Le estamos muy agradecidos por entrenarnos y por el trato».

Para Enekoitz cambia todo al debutar como profesional: «He notado que hacemos más volumen, más horas, para adaptarme al cambio de categoría lo más rápido posible».

Lo hace con la inyección de moral del noveno puesto en la etapa reina del Tour del Porvenir, de 175 kilómetros y 3.500 metros de desnivel: «Lo preparé muy a conciencia, vienes de correr Lehendakaris a otro nivel y anduve muy bien en todas las etapas menos la de la Madeleine, que acusé el cansancio. Mi cuerpo no estaba acostumbrado a asumir tantos días seguidos ese kilometraje, ese desnivel y esa velocidad».

Este año han compartido todo el calendario y también compitieron juntos en pista en Anadia y Donostia, donde Xabier Mikel sumó los puntos UCI para competir en Copas del Mundo o Mundial. Le gustaría hacerlo en el omnium. Después han coincidido en Saudi Tour, Murcia, Almería y Jaén y esta semana en O Gran Camiño, donde ayer se suspendió la primera etapa a falta de 20 kilómetros por la nieve.

Xabier Mikel se estrenó con un octavo puesto en la etapa reina y un noveno en la general en la prueba saudí: «He respondido bien. En la general podía estar más adelante, pero acabé contento, era mi primer Top 10 en una prueba de tanto nivel y en un final en alto».

Fue el debut para Enekoitz y vio que «la dinámica del pelotón profesional es muy diferente a la que estaba acostumbrado en una carrera tensa por el viento. Te vale para aprender. La pena fue la caída de la segunda etapa, que la arrastré los demás días, pero volví con un buen sabor al entrar en una fuga y ayudar al equipo».

Una enfermedad le impidió a Xabier Mikel rendir bien en Murcia, Jaén y Almería. Recuperado, en Galicia quiere «estar lo más adelante en la general. Mi objetivo es perder lo mínimo en las etapas de montaña y darle la vuelta en la crono final de casi 30 minutos, en la que habrá diferencias».

BUENO PARA LOS DOS

Confía en el equipo y «el mejor escudero es Enekoitz. Se llevan más fácil los galones cuando la gente confía y se sacrifica por ti y nadie mejor que un hermano. Para los dos es un año muy especial. Para mí también por coger más responsabilidad. ¿Con quién más fácil que con mi hermano? Con el que más confianza tengo para dar órdenes. Para Enekoitz también es bueno porque le voy a decir las cosas por su bien».

El neoprofesional también cree que «es muy ilusionante compartir equipo, tenerlo al lado apoyándome en circunstancias que él ya ha pasado y que me pueda ayudar. Lo aprecio mucho y, cuando hay que recibir alguna bronca, prefiero que sea él que otro, porque sé que lo hace por mi bien».

Hacer el mismo calendario ayuda a su primer seguidor, su padre Mikel, a acercarse a las carreras: «Está siendo muy emocionante para él, estuvo en Andalucía con mi amona y mi hermana y a Galicia va con un amigo. Lo vive de cerca. Tiene que ser especial para él, es el trabajo de toda la familia. Todos han hecho sacrificios para llevarnos a las carreras y ver que todo ha tenido recompensa y que estamos los dos en el equipo profesional de casa juntos es muy especial».

No coincidirán la próxima carrera porque Xabier Mikel ha querido disputar la Volta, la ve más acorde a sus características que la Itzulia, y Enekoitz seguirá su aprendizaje el primer fin de semana de marzo en dos clásicas belgas. Luego volverán a correr juntos en La Sharte del 4 al 7 de abril y en otras tres clásicas francesas del 12 al 14, aunque Enekoitz puede ir al Tour de Alpes.