Nerea LAUZIRIKA
Bilbo

«Las que fueron silencio» dará voz a las mujeres que el franquismo quiso callar

La obra «Las que fueron silencio» se estrenará mañana en el teatro Arriaga de Bilbo y ofrecerán otras dos funciones durante el fin de semana. La representación muestra las vivencias de las mujeres que fueron encarceladas durante la Guerra del 36 y el franquismo. Alberto Iglesias es el autor de la obra y Javier Hernández-Simón se encarga de la dirección de escena.

Estrenarán la obra «Las que fueron silencio» mañana.
Estrenarán la obra «Las que fueron silencio» mañana. (Monika DEL VALLE | FOKU)

El dramaturgo Alberto Iglesias ha creado una obra que bajo la dirección de escena de Javier Hernández-Simón dará voz a las mujeres que fueron silenciadas durante la Guerra del 36 y el régimen franquista. “Las que fueron silencio” recoge esos relatos en forma de cinco mujeres encarceladas en Euskal Herria, que no son ninguna presa en concreto pero podrían ser cualquiera. Se estrenará mañana en el teatro Arriaga, en Bilbo, y ofrecerán otras dos funciones el sábado y el domingo.

El creador de la obra subrayó en la presentación de ayer que la dictadura se cebó especialmente con las mujeres. «Quisieron quitarles la dignidad», dijo.

Es por esto que a raíz de haber visto un documental sobre la cárcel de Saturraran, Iglesias comenzó a trabajar en “Las que fueron silencio”. El autor explicó que «tiene un fondo real y documentado, pero es puramente teatral, nos hemos dejado llevar por el espíritu escénico». Iglesias adelantó que el público verá en la obra «la lucha de estas mujeres por hacerse escuchar». Iglesias recordaba que durante la posguerra las cárceles estaban pobladas por mujeres «para servir de escarnio».

Hernández-Simón quiso reconocer la labor de documentación que hizo Tomasa Cuevas, ya que cuando consiguió salir de la cárcel tras muchos años, se dedicó a buscar por todo el estado español a otras mujeres que estuvieron presas con ella para recoger sus testimonios. Subrayó, sin embargo, que Cuevas fue una de tantas que lucharon por que su memoria no se perdiera y que gracias a gente como ella hoy en día el tema está ampliamente documentado.

Del mismo modo, lanzó una invitación a la reflexión, poniendo sobre la mesa que si bien se cuestiona que se sigan creando obras sobre quienes sufrieron el franquismo, no ocurre lo mismo con las víctimas del Holocausto o el Apartheid, por ejemplo, y apuntaba que «los que vencieron nos han mandado callar». Iglesias recalcó la necesidad de «repetir hasta la saciedad ciertos hechos», para no olvidar lo sucedido.

Itxaso Gil, Irene Bau, Lucía Lasarte, Vene Herrero, Itxaso González, Nagore Navarro, Gabriel Ocina y Unai Izquierdo conforman el elenco de la obra teatral. Lasarte ejerce también de directora de producción a través de Marea Teatro, que produce el proyecto en colaboración con el Teatro Arriaga, con Carmen San Esteban e Itxaso González como ayudantes de producción. Harrobia Eskena coproduce también la obra.

Lasarte explicaba que Marea Teatro nace expresamente para producir “Las que fueron silencio” y quiso agradecer la colaboración de la Diputación Foral de Araba, Emakunde, Kurtzio Kultur Etxea y la escuela de teatro Teatrolari. Asimismo, recalcó la importancia de contar lo sucedido, «para no repetirlo».

La escenografía corre a cargo de Gorka Martín, Betitxe Saitua se ocupa del vestuario, Alaine Arzoz del diseño de iluminación y Álvaro Renedo Cabeza del espacio sonoro. Gheada se ha encargado del diseño gráfico y Jon Ander Ribote de la ayudantía de dirección. También conforma el equipo técnico Josu Garate, como asesor de movimiento.

Documentación

El autor explicó que ha dejado mucha información fuera de la obra, ya que «había documentación como para enterrarse en ella». Y es que se trata de un tema en torno al cual se ha trabajado mucho. «Con un poco de interés, esta información está al alcance de cualquiera», afirmó Iglesias.

El autor considera motivo de celebración haber conseguido sacar adelante la obra y espera que el formato que han preparado cumpla con la vocación de la obra, que no es otra que dar voz a las silenciadas: «El teatro nos permite llegar al corazón del público».