La deriva ultraderechista del Gobierno israelí de Benjamin Netanyahu tiene en la población palestina la principal víctima y ayer provocó otros tres muertos. Pero Netanyahu también está llevando a la propia sociedad judía a la fractura por un camino autoritario con medidas iliberales como la reforma del sistema judicial.

En el que denominaron «día nacional de resistencia contra la dictadura», los opositores volvieron a demostrar ayer el amplio rechazo a la medida.

Al mediodía, más de 65.000 personas se manifestaron en todo el país y bloquearon durante varias horas el acceso al aeropuerto Ben-Gurion al grito de «¡Democracia!» y «¡Libertad!», así como la principal carretera urbana de Tel Aviv.

Netanyahu, que partía para una visita oficial a Roma, tuvo que llegar al aeropuerto en helicóptero, y el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin, de visita en Israel, tuvo que mantener las reuniones previstas sin salir del aeródromo.

La reforma otorga al Ejecutivo poder para nombrar jueces y limita notablemente las prerrogativas de la Corte Suprema, incluida su capacidad para invalidar leyes. Según sus detractores, el texto amenaza «el carácter democrático» del Estado de Israel.

Militares, jueces, economistas

Desde el anuncio del texto a principios de enero, se han producido movilizaciones que comenzaron como protestas aisladas en Tel Aviv y se han convertido en un masivo movimiento que cada semana convoca a decenas miles de manifestantes.

El rechazo ya ha llegado a un pilar fundamental del Estado israelí, su Ejército. Más de 400 exmiembros de las fuerzas de seguridad, incluyendo altos mandos y cargos de los servicios de Inteligencia Mosad y Shin Bet, lo hicieron público en una carta.

Reservistas, soldados rasos. y agentes de Inteligencia, entre ellos los responsable de operar los aviones de combate F-15, anunciaron, además, que no prestarían servicio en tanto el Gobierno avance con los cambios previstos. En otra misiva a Netanyahu, todos los exjefes de la Fuerza Aérea vivos le pidieron que frene inmediatamente la reforma, ya que la tensión social supone «un peligro grave y tangible para la seguridad del país». Una flotilla de reservistas de la Marina se sumó ayer a la protesta bloqueando el tráfico marítimo. El rechazo ha sido prácticamente unánime también en la Justicia israelí desde antes de que se presentara la reforma. «Esta iniciativa no mejorará el sistema, sino que amenaza con destruirlo», advirtió una carta firmada por todos los exfiscales generales del Estado. La presidenta del Supremo, Esther Hayut, denunció que la «destruiría el sistema judicial». A ella se sumaron 18 exmagistrados del Supremo. Dos expresidentes del Banco Central de Israel (BCI) y la economista principal del Ministerio de Finanzas, Shira Greenberg, han pronosticado «un fuerte golpe a la economía». El actual presidente del BCI, Amir Yaron, advirtió en varias reuniones con Netanyahu del riesgo de fuga de capitales y de una crisis económica.

El sector bancario ha alertado de que ya han salido del país 4.000 millones de shékels (1.050 millones de euros) e importantes empresas del vital sector de la alta tecnología -que representa el 15% del PIB de Israel- ya han anunciado su intención de abandonar el país.

También un grupo de siete ganadores del premio Nobel expresó el mes pasado, en una carta abierta, su «profunda preocupación» por un «cambio de régimen con claros impactos negativos» que consideran que acercan a Israel «a países como Turquía, Polonia y Hungría».

Israel sigue masacrando palestinos en las redadas de Cisjordania

Agentes de la Policía Fronteriza israelí mataron a tres palestinos en la aldea de Yaba, en el distrito de Jenin, donde irrumpieron de madrugada en otra de las redadas casi diarias, «para arrestar a personas sospechosas de varios ataques con disparos contra fuerzas del Ejército israelí». La Policía aseguró que respondió a disparos y que las víctimas eran milicianos de la Yihad Islámica. Ya son al menos 75 los palestinos muertos en las razzias israelíes, que han convertido en habitual la eliminación física de activistas y civiles palestinos. La última operación en Jenin, hace dos días, se saldó con siete palestinos muertos, después de que un menor gravemente herido falleciera ayer.

La escalada se produce en el marco de una aparición progresiva de grupos armados palestinos que actúan al margen de las facciones políticas tradicionales.

Al menos tres personas resultaron heridas, una de ellas en estado crítico, tras un ataque con arma de fuego en Tel Aviv. La Policía afirmó haber matado al atacante. GARA