Una buena y otra mala
Primeras horas de la mañana. Un autobús de La Guipuzcoana sale de Ermua con destino a Elgoibar. Entre Azpeitia y Azkoitia el autobús se llena, sobre todo, de jóvenes que estudian en Elgoibar. Son doce kilómetros por carretera y, todos los días, son unos cuantos los que deben viajar de pie o sentados en las escaleras del autobús. Horas más tarde volverán en parecidas condiciones, cargando mochilas, libros, instrumentos de música y agarrándose, como pueden, a las barras de sujeción.
La buena noticia es que la información de que un joven estudiante había resultado muerto y algunos más heridos luego de que el chófer del autobús frenara bruscamente por causas que se desconocen al entrar en la cuesta que lleva a Elgoibar provocando que varios estudiantes salieran despedidos y que uno de ellos falleciera al golpearse la cabeza, corresponde realmente a un cortometraje que un grupo de estudiantes realiza en demanda de que se agregue otro autobús más a esas horas y rutas.
La mala noticia es que ni La Guipuzcoana, ni Lurraldebus, ni los ayuntamientos implicados están haciendo nada para evitar que un maldito día está ficción se convierta en la crónica luctuosa de un imprevisto accidente. Entonces será tarde para lamentarlo.
(Preso politikoak aske)