Mikel INSAUSTI
ANWAR (LLENO DE LUZ)

El montañismo solidario y la energía solar

Un documental cargado de positividad venía siendo necesario en el mundo de la montaña, porque las imágenes de las expediciones masificadas al Himalaya organizadas por empresas turísticas, con todo el rastro de basura que dejaban trás de sí, han hecho mucho daño al alpinismo. Puede que el mítico Reinhold Messner sea el último montañero solitario, pero el ascenso de las cimas más altas no va a perder su romanticismo mientras haya escaladores como Alex Txikon, que encuentran nuevas formas de vivir esa experiencia única con una mentalidad renovada y muy útil para el deporte solidario. Experto en ascensiones invernales, su expedición no contaminante al Manaslu nepalí sentó un precedente gracias al empleo exclusivo de paneles solares, que venían a sustituir para siempre a los generadores eléctricos asociados a la huella de carbono. Un gran paso que no se detiene ahí, al extenderse al transporte e instalación de dicho sistema en lugares de países sin red de luz eléctrica, y por tanto condenados a vivir en la oscuridad y el atraso.

Todo lo que se ve y se cuenta en Sierra Leona es difícil de asimilar desde nuestra perspectiva, porque ya no se trata de poblados aislados, sino de superpobladas concentraciones chabolistas. Al no haber luz la noche se alarga y la inseguridad se apodera de las calles embarradas, y la prostitución y el crimen afectan incluso a las menores de edad. Por eso resulta apremiante que las instalaciones fotovoltaicas iluminen el futuro escolar y la atención sanitaria.

Por último, en el Diamer pakistaní la situación es la misma que mostraba la ficción “Lunana, un yak en la escuela” (2019), una producción de Bután sobre un maestro que ejercía en la escuela más alta del mundo. Allí están incomunicados, y la luz de un proyector de cine les parece mágica.