EDITORIALA

La imputación a Trump, rodeada de incógnitas

Varias filtraciones informaron ayer de que el gran jurado de Nueva York había tomado la decisión de imputar al expresidente Donald Trump por el caso «Stormy Daniels». Todo indica que el expresidente comparecerá el próximo martes ante el tribunal y será entonces cuando se le comuniquen los cargos de los que se le acusa. Trump ya advirtió recientemente de la posibilidad de que sea procesado. Ayer se limitó a subrayar que existe una motivación política al tiempo que negaba que pudiera tener un juicio justo en dicho tribunal. Tras conocerse la noticia, un gran número de cargos republicanos hicieron declaraciones públicas de apoyo al expresidente.

El caso abre multitud de incógnitas. Se trata de la primera vez en que un expresidente de EEUU es imputado. Además, a falta de que se conozcan los cargos concretos, el pago a la actriz por su silencio se considera un delito menor; sería necesario demostrar que se hizo para ocultar otra infracción para que fuese considerado un delito grave. Una circunstancia bastante llamativa teniendo en cuenta que está siendo investigado por otros delitos mucho más graves como el asalto al Capitolio, el intento de anular las elecciones en el estado de Georgia, la posesión de información clasificada, así como por varios delitos societarios relacionados con el fraude y la evasión de impuestos. Por otra parte, Trump se ha postulado como candidato para las próximas elecciones presidenciales y de momento es el aspirante que mayores simpatías despierta entre las bases republicanas. Todos los expertos legales coinciden en que será muy difícil que el juicio se celebre antes de las próximas presidenciales; y ello sin tomar en consideración las estrategias dilatorias que puedan usar sus abogados. La imputación se puede convertir en un arma de doble filo que, en vez de reducir sus opciones electorales, las revalorice.

Lo que sí se puede esperar de esta imputación contra Donald Trump, ahora que ya se ha postulado como candidato a las presidenciales de 2024, es que sirva para exacerbar todavía más la confrontación, la derechización y la peligrosa deriva de una sociedad estadounidense fuertemente polarizada.