Cuando Markus Howard mete ocho triples y 30 puntos, no parece haber forma de parar al Baskonia. Cuando el cuadro gasteiztarra se despega en el marcador el momento en el que Markus Howard estaba en el banquillo, entonces es que ganar en el Buesa Arena es una misión casi imposible para sus rivales. Empatado con el Barça, los gasteiztarras siguen en el coliderato de la Liga ACB, después de zarandear a un Breogán que, ojo, sobre todo en la primera mitad, demostró que no es un mal equipo.

Howard tuvo el santo de cara desde el inicio. Ante un Breogán que mostró una cara bien competitiva en esos primeros minutos, el escolta estadounidense clavó los 12 primeros puntos locales, fruto de cuatro triples sin fallo que entraron a cada cual más limpio. Eso sí, el ataque estático gasteiztarra anduvo algo limitado a semejante producción, porque Darius Thompson no estuvo a su nivel, ni mucho menos.

PARADOJA

Junto con Howard, Enoch y Giedraitis fueron las otras dos soluciones del ataque gasteiztarra. Pero enfrente estaba un Breogán que, pese a su desacierto en los tiros libres, plantaba cara. De hecho, el 45-37 del descanso era una rareza, que llegó tras un parcial de 7-2 liderado por el propio Howard.

Paradójicamente, Markus Howard cesó su chaparrón de triples en el tercer parcial, pero curiosamente, justo en ese momento se escapó Saski Baskonia. La defensa gasteiztarra elevó varios puntos su intensidad y al Breogán se le empezó a hacer muy cuesta arriba seguir el ritmo local.

Con 67-50 al término del tercer asalto, el cuarto final fue una fiesta. Hasta un gris Darius Thompson se sumó a la misma con un par de grandes acciones, pero el rey del sarao fue un Markus Howard desatado. Lástima que Joan Peñarroya no le diera rienda suelta, porque hasta los 30 puntos y ocho triples supieron a poco.