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Alianzas inéditas y división para la nueva cita constituyente en Chile

Chile celebra el domingo nuevas elecciones constituyentes, aunque en un contexto muy diferente al de 2021, que se caracterizó por el estallido social de 2019 y la hoja de ruta acordada para redactar otra Constitución. Alianzas inéditas y el desinterés ciudadano marcan la cita.

Elección de constituyentes de 2021.
Elección de constituyentes de 2021. (F. A. | ZUMA PRESS)

Chile se prepara para celebrar este domingo sus segundas elecciones en dos años para elegir a los 50 consejeros que redactarán una segunda propuesta de nueva Constitución, tras el rechazo hace ocho meses de la redactada por una Convención Constituyente, un proceso marcado esta vez por la falta de expectativas y un escaso interés de la ciudadanía. Ayer finalizó la campaña electoral y, por primera vez desde el fin de la dictadura, los partidos chilenos concurrirán en alianzas inéditas: el Partido Socialista abandonará su coalición natural de centro-izquierda por el bloque formado por los comunistas y el izquierdista Frente Amplio, mientras que la derecha tradicional (Chile Seguro) y la ultraderecha (Partido Republicano) -que comparten espacio con el populista Partido de la Gente- viven su pugna particular.

Antes el control estuvo en manos de la ciudadanía, ahora de los partidos; antes hubo una hoja en blanco, ahora no, porque la clase política ha definido unos márgenes para acotar la discusión, asegura la politóloga Federica Sánchez Staniak, en referencia a los doce principios básicos acordados para evitar una propuesta refundacional como la anterior. El que sean los partidos y no los representantes de la sociedad civil quienes marcan el camino para que Chile deje atrás la Constitución heredada de la dictadura de Pinochet es interpretado por muchos como un proceso derivado de un acuerdo entre las propias formaciones políticas.

En 2021 todavía estaba presente el estallido social de 2019 y la hoja de ruta acordada para redactar la nueva Carta Magna distaba mucho de la actual. La intervención de un grupo de 24 expertos designados por el Parlamento para elaborar un borrador, la falta de interés ciudadano, el voto obligatorio y el ascenso de la ultraderecha son las principales claves del nuevo intento, puesto en marcha después de que el 62% de los chilenos rechazara en septiembre de 2022 la primera propuesta.

Los expertos coinciden en que son unos comicios impredecibles por el voto obligatorio [por primera vez desde 2012] en un momento de gran desinterés por la política y rechazo del sistema y partidos tradicionales. No obstante, varios sondeos apuntan al triunfo del bloque conservador.