GARA
MOSCÚ
GUERRA EN UCRANIA

Rusia anuncia haber «aplastado» la incursión desde Ucrania en Belgorod

Rusia anunció haber repelido la incursión de grupos armados en la región de Belgorod y haberlos «aplastado», después de que el lunes atacaran varias localidades en territorio ruso causando al menos la muerte de dos soldados, la destrucción de edificios oficiales y heridas a una docena de personas. Moscú acusa a Kiev de estar detrás de la operación.

El gobernador de Donetsk, Denis Pushilin, coloca una bandera en Bajmut.
El gobernador de Donetsk, Denis Pushilin, coloca una bandera en Bajmut. (AFP)

Rusia anunció ayer que había «aplastado» con su fuerza aérea y artillería al grupo que la víspera había atacado la región fronteriza de Belgorod desde Ucrania, en la incursión más grave en territorio ruso desde el inicio del conflicto.

El lunes, combatientes que ingresaron a Rusia desde Ucrania atacaron varias localidades en Belgorod con artillería y aviones no tripulados, lo que obligó a los residentes a huir.

Según informó ayer el diario “Kommersant”, una columna con hasta diez blindados y automóviles enemigos penetró en territorio ruso a través de un paso fronterizo destruido por la artillería ucraniana en la localidad de Kozinka.

Al menos dos soldados rusos murieron y otros cuatro resultaron heridos en una guarnición militar situada a diez kilómetros de la frontera y donde cayeron tres proyectiles disparados con lanzaderas Uragan, según una investigación del Comité de Instrucción de Rusia y de las fuerzas de seguridad.

Además, según el rotativo, en el ataque también resultó destruido el edificio de la administración del distrito de Graivoron, en cuya capital viven unas 6.000 personas.

El gobernador de Belgorod, Viacheslav Gladkov, había indicado previamente que varias localidades habían sido objeto de numerosos bombardeos con artillería, lanzacohetes y drones, provocando al menos doce heridos.

Nueve localidades fueron evacuadas y las autoridades rusas decretaron una alerta «antiterrorista» en toda la región de Belgorod.

Solo en la tarde del lunes y después de haber evacuado la zona, los guardia de fronteras y las unidades del Servicio Federal de Seguridad y de la Guardia Nacional comenzaron a hacer retroceder al enemigo.

El Ministerio de Defensa ruso aseguró que repelió la incursión tras una operación a una escala sin precedentes, que movilizó aviación y artillería. «Las formaciones nacionalistas han sido bloqueadas y aplastadas. El resto de los nacionalistas fueron empujados de vuelta al territorio de Ucrania, donde los ataques (...) continuaron hasta su total eliminación», añadió. Aseguró haber matado a «más de 70 terroristas ucranianos».

Rusia acusó a Kiev de estar detrás del ataque, pero las autoridades ucranianas niegan su participación. «No estamos librando una guerra en territorios extranjeros», afirmó el viceministro de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar.

El ataque fue reivindicado por la Legión de la Libertad para Rusia, un grupo de rusos que luchan del lado ucraniano, que ya había afirmado estar detrás de incursiones anteriores. Otro grupo similar también participó en la operación, el Cuerpo de Voluntarios Rusos, fundado por un neonazi y cuyos combatientes son exiliados rusos de extrema derecha que participaron en el batallón Azov ucraniano.

El Kremlin pidió más esfuerzos para evitar nuevas incursiones. «Sin duda, lo que ocurrió ayer suscita profunda preocupación. Es una nueva demostración de que los combatientes ucranianos continúan sus actividades contra nuestro país. Continuará la operación militar especial para evitar incursiones en el futuro», declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Descartó, no obstante, que el presidente ruso, Vladimir Putin, celebrara una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad, como sí hizo en marzo tras una operación similar en la región fronteriza de Briansk, reivindicada por el Cuerpo de Voluntarios Rusos.

La incursión agita la alarma en Rusia a medida que Kiev prepara su anunciada contraofensiva. El territorio ruso ha sido objetivo en los últimos meses de un número creciente de sabotajes, bombardeos y ataques con drones atribuidos a Kiev, aunque Ucrania nunca los reivindica. Además, el ataque eclipsó la reciente toma de Bajmut, la principal victoria rusa en la guerra en los últimos meses.