Los firmantes de “Bad Boys For Life” nos recuerdan que es posible aplicar diferentes voces para entender o al menos tratar un tema de cierta complejidad. El tema sobre el que se asienta esta trágica y vibrante propuesta parte de la terrible historia de dos hermanos que se alistarán en el Estado Islámico y una mujer, su madre, que se aplicará a fondo para evitar que sus hijos mueran por una causa que no termina de comprender.

A partir de esta premisa, que se escenifica inicialmente en la muy europea Bélgica, Adil El Arbi y Bilall Fallah plasman en la pantalla una película que ha despertado ciertas suspicacias debido a que el discurso visual que ha empleado el dúo de directores se asemeja, en su apartado visual, a un festival de acción tipo Michael Bay.

TRES VIDAS

Detrás de la cámara, sus creadores se han servido de sus movimientos de cámara y sus coreografías -tanto las que dan sentido a las secuencias de acción, como las que sus números musicales presentan- para lanzar su personal crítica a la metodología de captación que utiliza el Estado Islámico. Más allá del debate que ha despertado esta película sobre la falta de ética que conlleva utilizar las mecánicas del cine de acción actual para desarrollar una tragedia, el filme se nos presenta como un muy interesante ejercicio cinematográfico que jamás elude la cuestión central que mueve su historia.

En realidad, podemos afirmar que el filme “Rebel” desconcierta por su tratamiento pero que en su resolución es dura e implacable, sobre todo cuando coloca al espectador en mitad del infierno sirio y nos hace asistir a las barbaridades cometidas por el Estadio Islámico.

Se trata, en definitiva, de una tragedia en tres actos, desarrollados con agilidad y protagonizados por tres personajes cuyos destinos nunca asoman esperanzadores.