Manteniendo la línea de parquedad informativa de los últimos días, lo que contrasta con su anterior locuacidad cuando anunciaba una gran contraofensiva, el Gobierno ucraniano se limitó a confirmar combates posicionales en Zaporiyia y a asegurar que el Ejército ruso estaría a la defensiva tanto en ese frente sur como en el este del país, en Bajmut.

Expertos rusos confirman duros combates e intercambio de artillería en la línea de frente en Zaporiyia, concretamente en el área entre las localidades de Orejovo y Tokmak. Eso sí, y tal y como hizo la víspera el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoighu, aseguran que la ofensiva ucraniana no logra avanzar y pierde efectivos y blindados.

El propio presidente, Vladimir Putin, dio por comenzada la ofensiva ucraniana «que evidencia el uso de reservas estratégicas» ucranianas, aunque aseguró que no logró su objetivo en ninguna de las áreas de combate.

Tokmak, a 40 kilómetros al sur de Orejovo, es un importante nudo logístico y Ucrania nunca ha ocultado su objetivo estratégico de recuperar estos enclaves, incluso Mariupol, en el mar de Azov, para cortar el corredor ruso desde Crimea.

Observadores occidentales coinciden con los rusos en que la contraofensiva ucraniana habría comenzado, pero matizan que consiste en una serie de acciones coordinadas. Eso sí, expertos anglosajones alertan de que las operaciones iniciales podrían ser las más difíciles y las más lentas, y auguran reveses iniciales. Rusia ha tenido tiempo de sobra para fortificar sus defensas.

UCRANIA SE LA JUEGA

Menos poblado, amputado de parte de su territorio, bajo el fuego recurrente de los ataques rusos, dependiente de la infusión de equipo militar occidental... Ucrania sabe que no tendrá muchas oportunidades para hacer retroceder a Rusia y recuperar territorios.

Todo ello para, ante la ansiedad de una UE en recesión y en vísperas de la campaña presidencial estadounidense, lograr avances que les permitan sentarse en su día en posición más favorable en una mesa negociadora por la que trabajan ya China, Brasil, África y el Vaticano, sin olvidar a Turquía.

¿Estamos pues ante el inicio de la anunciada contraofensiva? El coronel del Ejército ucraniano en la reserva Serhiy Grabskyi asegura a Efe que no, que de momento asistimos a «operaciones de alcance limitado para evaluar las líneas de defensa rusas».

La estrategia ucraniana es, según el coronel, poner a prueba las defensas rusas para aprovechar la movilidad de los vehículos acorazados occidentales y golpear allí donde encuentre un punto débil con la mayor rapidez posible.

Mientras testa las líneas rusas, Ucrania intensifica el uso de los sistemas de misiles de precisión occidentales para descubrir y destruir puestos de mando y control y otras infraestructuras logísticas rusas.

¿Fracaso del inicio de la contraofensiva? ¿Test para poner nervioso al enemigo? El tiempo lo dirá, pero lo que está claro es que seguiremos presos de la propaganda de uno y otro lado durante mucho tiempo.

Y cada vez son más los que auguran que ninguno de los beligerantes pueda adquirir ventajas estratégicas.

La ONU considera prematuro hablar de «crimen de guerra»

La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos estima prematuro considerar la catástrofe de la presa de Kajovka un crimen de guerra, ya que las «circunstancias no han sido aún del todo aclaradas», y pidió una investigación independiente. El instituto de sismología noruego Norsar, que detectó una explosión en el lugar, refuerza la idea de que no se trató de un fallo en la presa por daños anteriores, mientras Kiev dijo contar con una grabación sobre la presencia de un «grupo de sabajote» ruso que voló la infraestructura.GARA