El ABB decidió ya la pasada semana no competir con el PP por la Alcaldía de Bastida, según una cronología de los hechos realizada por este medio y que está disponible en NAIZ. Y también el candidato jeltzale a la Alcaldía, Edu Barinaga, actuó de espaldas al resto de los componentes de su lista cuando el martes renunció a su acta de concejal ante la Junta Electoral.

La conjunción de todos estos hechos da lugar a que, cuando el miércoles un representante del ABB comunicó a la Junta Local y a la lista municipal la decisión de no presentar hoy candidatura, no votar a la de EH Bildu si diera el paso y que Edu Barinaga había dimitido, ya no había tiempo para hacer correcciones en la composición del grupo municipal, para permitir que este representara, sin excesivos sacrificios personales, el sentir mayoritario del PNV de Bastida de impedir que el PP tenga la Alcaldía.

Otra de las imposiciones del ABB fue que todas esas decisiones no salieran de entre los reunidos. Pero los pueblos pequeños no son buenos lugares para guardar secretos.

Cuando el jueves al mediodía NAIZ informó de la dimisión de Edu Barinaga, todos los planes saltaron por los aires. Y esto acabó de estallar ayer, cuando la dirección local del PNV distribuyó a través de las redes sociales que «la candidatura de Labastida se siente totalmente traicionada por el partido y por el excandidato Eduardo Barinaga». Añadían que la decisión de dar la Alcaldía al PP «en caso de no rectificar supone el suicidio político del PNV en Labastida y el verdadero ultraje a sus votantes».

Después, el ABB trató de vender la versión de que la cuenta del PNV de Bastida había sido hackeada y que «todo es mentira». No era creíble.

La decisión final del PNV de Bastida no se conocerá hasta el pleno de hoy, aunque su posición no es nada fácil.