El representante de la Inteligencia militar ucraniana (GUR), Andri Yusov, reivindicó la autoría del ataque que ayer dañó y obligó a cerrar el puente de Chongar, que conecta la península de Crimea con Jerson, uno los territorios controlados por Moscú en el sur de Ucrania.

Las autoridades de Crimea y Jerson denunciaron el bombardeo ucraniano y la utilización de misiles británicos de largo alcance Storm Shadow contra el puente que une estas dos regiones.

Crimea es clave no solo para las operaciones militares rusas, sino que representa el núcleo gordiano de la guerra y una línea roja para Moscú. Desde el atentado que el pasado octubre dañó el emblemático puente de Kerch, que conecta Crimea con Rusia, la península es objeto de frecuentes ataques con drones y misiles. Desde que se confirmara el 11 de mayo la recepcion de los primeros misiles Storm Shadow, con un alcance de 250 kilómetros, Ucrania ha lanzado numerosos ataques de precisión contra objetivos militares y estratégicos rusos. Hasta su entrada en acción, el sistema occidental de más alcance en poder de Kiev eran los lanzacohetes Himars enviados por EEUU, que pueden ser disparados a unos 80 km.

Ucrania reclama aún sistemas de aún mayor alcance.

El puente de Chongar es la ruta más corta desde Crimea a Melitopol y más allá, hacia el frente sur, donde las tropas ucranianas llevan a cabo una contraofensiva para tratar de cortar el corredor terrestre de Rusia en el mar de Azov.

El impacto de los misiles, que no causó víctimas, agujereó completamente la calzada. El gobernador de Jerson, Vladimir Saldo, se refirió a varios puentes e indicó que pronto serán reparados, mientras se abre una ruta alternativa.

Añadió que «se trata de una nueva acción sin sentido del régimen de Kiev llevada a cabo por instrucciones de Londres», pero que «no afectará de ninguna manera la marcha de la operación militar especial; hay otras vías terrestres hacia Crimea».

Sobre esta contraofensiva, la Presidencia ucraniana señaló que «no es una única acción, son muchas operaciones distintas, graduales, cuya intensidad irá aumentando», mientras el ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, aseguró que las tropas ucranianas «se están reagrupando» aunque aún conservan la fuerza para más acciones.