Joseba ITURRIA
BAIONA

Philipsen gana en Baiona para cerrar un inicio especial por la afición vasca

El sprinter del Alpecin se impuso a Bauhaus, Ewan, Jakobsen y Van Aert en la primera llegada masiva del Tour tras una jornada que los corredores se tomaron con mucha tranquilidad para llegar con 40 minutos de retraso. Pudieron disfrutar una vez más de un ambiente espectacular que llevó a Cavendish a plasmar en sus redes sociales que no hay ninguna afición como la vasca.

Jasper Philipsen celebra su tercera victoria en el Tour en Baiona.
Jasper Philipsen celebra su tercera victoria en el Tour en Baiona. (Guillaume FAUVEAU)

Jasper Philipsen (Alpecin) ganó ayer la tercera etapa del Tour disputada en su integridad en Euskal Herria, con salida en Amorebieta-Etxano y llegada a Baiona, con 193,5 kilómetros de tregua tras dos etapas espectaculares en la que se impuso en el sprint de un gran pelotón en el que entraron todos los favoritos. Adam Yates mantiene el maillot amarillo tras el último acto de la fiesta de los ciclistas con los aficionados vascos.

Fue lo más destacado de la jornada, como en las dos anteriores, la cantidad de aficionados que con sus ikurriñas, sus camisetas naranjas y sus banderolas de apoyo a los presos políticos vascos llenaron las carreteras de inicio a fin.

Que un corredor de la experiencia en grandes vueltas como Mark Cavendish y que vivió el apoteósico inicio del Tour en Inglaterra, en 2014, destacara en Eurosport y en sus redes sociales que el ambiente vivido en Euskal Herria no lo había visto antes nunca demuestra lo que han sentido los corredores estos días.

«Querido Euskal Herria, tenéis el terreno más brutal para andar en bici, pero tenéis los aficionados más increíbles del mundo, que dan los recuerdos más maravillosos a los ciclistas que os visitan. Gracias», transmitió en sus redes sociales con un corazón naranja como emoticono el ciclista que busca en su último Tour batir el récord de 34 victorias que comparte con Eddy Merckx.

Solo pudo ser sexto ayer en un apretado sprint de auténtico lujo y una cierta incertidumbre. Los jueces tardaron en dar como vencedor a Philipsen porque Van Aert se quedó cerrado y dejó de sprintar para no caerse. Bauhaus logró un segundo puesto en su primer sprint en el Tour, por delante de velocistas como Ewan, Jakobsen y el flamenco.

OTRA FUGA DE POWLESS

Neilson Powless fue protagonista de la escapada de salida con Laurent Pichon (Arkéa) y, como en la segunda etapa, reforzó su liderato de la montaña al pasar en cabeza todos los puertos, con celebraciones con los aficionados en cada uno de ellos. Los equipos de los sprinters manejaron la etapa con tranquilidad sin más movimiento que el de Victor Lafay para pasar tercero en el sprint de Deba y defender el maillot verde.

No superaron los tres minutos de renta y, tras asegurarse todos los puntos de la montaña, Powless se despidió en Donostia de Pichon para no gastar más energías. El del Arkéa siguió en solitario para llevarse el premio de la combatividad y fue atrapado a falta de 37 kilómetros para disputar el primer sprint de este Tour.

La cuarta etapa ofrece otra oportunidad para los velocistas, con 181,8 kilómetros entre Dax y Nogaro y una única cota de Cuarta en el recorrido.