Koldo LANDALUZE
REPOSTERO Y CHEF

Sal, pimienta y azúcar

SSébastien Tulard toma como referencia la historia real del repostero Yazid Ichemrahen y ‘‘Un rêve d’enfant étoilé: Comment la pâtisserie lui a sauvé la vie et l’a éduqué’’, un libro autobiográfico en el que expuso cómo la pastelería le salvó la vida para configurar el filme ‘‘Repostero y chef’’. La película está protagonizada por Riadh Belaïche (‘‘30 días’’), conocido en redes sociales como Just Riadh, y quien hace aquí su debut cinematográfico, junto a Loubna Abidar, Christine Citti y Marwan Amesker. En su primera trabajo detrás de la cámara, Sébastien Tulard apuesta por una comedia muy ligera, a pesar de su empaque dramático, y que se esfuerza en exceso por seducir al espectador por la vía rápida. Salpimentada con saltos temporales, “Repostero y chef” recorre las diferentes etapas vitales de sus protagonistas y subraya, sobre todo, el tesón de su protagonista para hacer realidad su gran sueño.

ENTRE PUCHEROS

Por un lado, seguimos de cerca la infancia y adolescencia de Yazid Ichemrahen, un trasfondo social duro, escenificado en centros de acogida que molderarán su caracter rebelde. Por otro lado, nos adentramos en el ordenado caos de una prestigiosa cocina, en la que el protagonista se desenvuelve con soltura preparando postres de fantasía.

La cámara capta con precisión estos episodios, sobre todo a la hora de guiar al espectador en la metódica trastienda de la cocina en la que el protagonista hace sus creaciones culinarias, que le otorgarán prestigio internacional. Desigual en su ejecución, la película peca de un incómodo desequilibrio -sobre todo provocado por los caprichosos y desconcertantes saltos temporales- y no termina de aprovechar al máximo las posibilidades de la historia. Se trata de un filme excesivamente dulzón que tras su prometedor arranque se diluye rápidamente.