Asier AIESTARAN
PELOTA

Elordi y Martija siguen vivos en el torneo gracias a la mala tarde de Jon Ander Albisu

Los numerosos errores del zaguero ataundarra permiten a los de Aspe ganar 22-8 y mantener sus opciones a falta del partido decisivo de mañana.

La seguridad de Martija contrastó con la errática actuación de Albisu ayer en el Labrit.
La seguridad de Martija contrastó con la errática actuación de Albisu ayer en el Labrit. (Gorka RUBIO | FOKU)

Aitor Elordi y Julen Martija siguen vivos en el Torneo de San Fermín tras derrotar 22-8 a Peña II y Albisu en el decepcionante partido de ayer en el Labrit. Los de Aspe, que cayeron con estrépito (9-22) en el primer partido ante Larrazabal y Mariezkurrena II, estaban obligados a ganar por 22-8 o más para seguir con opciones en el torneo, algo que lograron gracias a la mala tarde de Jon Ander Albisu. Pese a todo, les será muy complicado lograr el pase a la final, toda vez que a Larrazabal-Mariezkurrena II les basta con hacer 10 tantos en el decisivo choque de mañana. Eso sí, visto lo de ayer, cualquiera se atreve a hacer pronósticos...

Nada hacía presagiar en los primeros compases del duelo lo que sucedería a continuación. Peña y Albisu entraron muy enchufados a la cancha, con el zaguero gozando pelota y el delantero rematando sin miramientos. El primer gancho se le escapó a la contracancha, pero los siguientes cuatro remates fueron perfectos, adelantándose 1-4.

Los colorados no se sentían nada a gusto con la pelota de los rivales, bastante “motela”, y cuando Albisu cometió su primer error fueron corriendo al cestaño a por un cuero más vivo. Es difícil saber qué importancia pudo tener ese cambio en el juego, pero la verdad es que a partir de ahí el encuentro se convirtió en un auténtico “vía crucis” para los azules, sobre todo para un Albisu que perdió un montón de pelotas sin ningún misterio.

Los parciales hablan por sí solos: los azules solo harían cuatro tantos más mientras los colorados se iban hasta el cartón 22 sin prisa pero sin pausa. De hecho, la mayor emoción del choque estuvo en comprobar si Elordi y Martija lograban dejar en 8 tantos o menos a sus rivales, lo que les servía para seguir vivos en la competición.

Al final lo lograron. No es que Aitor Elordi brillara demasiado, pero su sobriedad se unió a la inmaculada actuación de Julen Martija, que no perdió ni una pelota y hasta metió un rebote en una pelota que Aitor le dejó a placer en los primeros cuadros. Con un pelín de rabia, no les queda otra que esperar al milagro.