Koldo CAMPOS
Escritor
AZKEN PUNTUA

Bochorno ajeno

A veces se me cruzan los cables y hago cosas insólitas, imprudentes para mi edad como, por ejemplo, tragarme sin pestañear el llamado debate entre Sánchez y Feijóo. Tres horas incluyendo la previa con los analistas valorando las posibles estrategias de los dos aspirantes, y si se impondrá el candidato verdeazulado o será el azulverdoso quien obtenga mayor respaldo. El diseño del «debate», incluyendo la moderación, solo podía tener sentido si lo que se pretendía, más que el debate, era el show. Es lo que hubo.

Y sí, es verdad, hacía calor para acostarme tan pronto, ya había visto el encierro dos veces y, además, el resto de la oferta televisiva, boda del año incluida, era vomitiva, pero en algún momento debí levantarme del sillón y apagar el aparato. No lo hice.

Uno va de progre y el otro de liberal, pero se entienden porque hay una misma España que los une y un mismo Mercado que los mueve. Seguí oyéndoles gritos especulando cifras que, al mismo tiempo, reafirmaban y negaban entre verdades a medias, embustes al dente y mentiras enteras, interrumpiéndose constantemente como niños malcriados, en un patético show, que no debate, por ver cuántos idiotas intercambian el 23 de julio en las urnas. Aquí lo tenemos claro. Egingo dugu!

(Preso politikoak aske)