Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
CRÍTICA: «NADA»

En el corazón del bosque

El best seller homónimo de la autora danesa Janne Teller incide en los terribles vacíos existenciales y éticos que parecen compartir las nuevas generaciones. Más allá del tremendismo que suele acompañar a este tipo de aseveraciones, lo que encontramos en las entrañas de “Nada” es precisamente eso, la nada más absoluta que parece acompañar como una niebla intimidante a los protagonistas de este retrato coral, en el que un grupo de adolescentes emprende un viaje en el que dejarán atrás la inocencia y seguridad que les reportó su infancia, para embarcarse en una odisea de corte iniciático. En su periplo, darán rienda suelta a sus instintos más primarios.

Con esta premisa podríamos estar refiriéndonos a ese tipo de películas “survival” en las que sus personajes, y al igual que en “El señor de las moscas”, se deben esmerar en intentar sobrevivir en un entorno agreste.

Este no es el caso del filme, porque los chavales que aparecen en él están integrados en una comunidad privilegiada, uno de esos países que siempre suelen ponerse como ejemplo en lo relativo a sus virtudes educacionales o su estado de bienestar.

En este sentido, lo filmado por Trine Piil Christensen y Seamus McNally goza de un correcto acabado, sobre todo cuando el conjunto se pone un poco inquietante y asoma el desconcierto ante situaciones que pueden llegar a sorprender.

En sus intenciones literarias, la escritor Janne Teller quiso exponer la necesidad que supone sentirse liberado de las cadenas sociales que el sistema nos impone desde el mismo instante en que nacemos, pero es tal la carencia de datos que maneja el espectador en esta, su adaptación cinematográfica, que las escenas se resienten debido a que todo parece moverse por un nihilismo exacerbado.