Liane Lippert se hizo con la segunda etapa del Tour, demostrando ser la más fuerte en la meta de Mauriac, superando a una especialista como es la líder provisional de la prueba Lotte Kopecky, lanzada por su compañera y máxima favorita para hacerse con la general Demi Vollering. La campeona alemana, que sufrió dos caídas, pasó con mucha solvencia el último escollo de la jornada, la Cote de Trebiac, donde el grupo de las mejores no permitió que llegaran a buen fin los ataques que se produjeron.

El último tramo de la etapa fue muy accidentado, con diversos percances como consecuencia del estado de la carretera, fruto de la intensa lluvia caída y el pavimento liso en algunos tramos, el más peligroso con Eva van Agt como protagonista al golpearse contra un quitamiedos y ser trasladada al hospital. La corredora del Jumbo fue una de las componentes de la fuga que estuvo más cerca de tener éxito, con claro tinte neerlandés, al estar formada también por Anouska Koster (Uno-X) y Yara Kastelijn (Fenix).

Pese a su coincidente nacionalidad, no hubo un entendimiento muy claro en el trío, lo que no impidió que llegasen a gozar de hasta algo más de un minuto de ventaja a falta de 13 kilómetros para meta, sobre todo por la pasividad de un pelotón sabedor de que la diferencia la iba a enjugar en la última subida.

Poco antes, la intensa lluvia hizo peligrar la integridad de las ciclistas, especialmente al paso de Trebiac, localidad que da nombre al puerto final, y cuya entrada, con una especie de rotonda, se convirtió en lo más parecido a una pista de patinaje.

Sin embargo, la pericia de las corredoras impidió males mayores, aunque alguna como Lauretta Hanson (Trek) sí dio con sus huesos en el suelo, si bien se recuperó ipso facto, no así Van Agt en el descenso camino de la citada última cota, sufriendo una caída muy fea que obligó a su traslado e ingreso hospitalario.

En las rampas finales -3,4 kilómetros al 5,8% de media-, el grupo de las mejores, en el que se vio asomar a Ane Santesteban (Jayco), dio alcance a las entonces dos fugadas y no permitió más alegrías, pese a que lo intentaron una activa Juliette Labous (DSM), Katarzyna Niewiadoma (Canyon), la maillot blanco Cedrine Kerbaol (Ceratizit) y, en última instancia, Marlen Reusser (SD Workx), con desigual fortuna todas ellas.

FÉRREO CONTROL

Ninguno de esos tirones surtió efecto, el control resultó férreo y en el último medio kilómetro la gran favorita para hacerse con este Tour, Demi Vollering, hizo de lanzadera de lujo para su compañera y actual líder tras vencer en la primera jornada, Lotte Kopecky, quien en un primer momento dejó la sensación de que podía volver a repetir el triunfo cosechado en la primera etapa.

No fue así porque Lippert, que se mantuvo en todo momento en cabeza de carrera, llegó bastante más entera a la línea de meta de Mauriac y le acabó sobrepasando con la suficiencia necesaria como para firmar una victoria que venía buscando desde hacía tiempo, la primera para Movistar en esta edición de la ronda gala.

Tras este primer contacto con la media montaña, al pelotón le aguarda hoy un perfil bastante menos escarpado, pero que no está exento de un buen número de accidentes que deberán superar las velocistas que buscen la gloria en Montignac-Lascaux.

En concreto, durante el recorrido de 147,2 kilómetros tendrán que franquear hasta cuatro puertos de Cuarta Categoría -Cote du Peratel, Cote du L´Escurotte, Cote des Andrieux y Cote de Saint-Robert-, además de uno de Tercera al inicio de la jornada, la Cote de Peyroux (4,8 kms al 4%).