La junta golpista de Níger, el Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria (CNSP), acusó al Estado francés de organizar una intervención militar para liberar a Mohamed Bazoum, el presidente derrocado y retenido desde el miércoles. El CNSP aseguró que el primer ministro interino, Hassoumi Massaoudou, y el jefe del Estado Mayor General del Ejército, el coronel Midou Guirey, han firmado una autorización para permitir ataques aéreos del Ejército francés contra el palacio presidencial. La ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna, lo negó y advirtió de la posibilidad de que Rusia intente aprovecharse del golpe. Consideró que incluye «todos los ingredientes habituales de desestabilización al estilo ruso-africano», recordando las banderas rusas que aparecen en las manifestaciones. El domingo, miles de personas apedrearon el edificio de la misión diplomática francesa y prendieron fuego a una de sus entradas. Con todo, Colonna evitó responsabilizar a Moscú del golpe y lo atribuyó a «una acción oportunista» de un alto cargo militar.

Mientras, el presidente francés, Emmanuel Macron multiplica los contactos con mandatarios de países de la región, en una crisis en la que París se juega mucho.