Raimundo FITERO
DE REOJO

Como casi siempre

La violencia machista existe, es cruel, constante y produce muertes de mujeres de una manera tan sistemática que debería estar fuera de toda duda, pero entre otras muchas cosas involutivas que la gestión de la extrema derecha española bicéfala está colocando en primer orden es su negación en cuanto a suspender todas las instancias oficiales sobre la igualdad y todo lo que ello conlleva. Sobrecoge comprobar que en el pasado julio se batieron récords de asesinatos.

Por eso ante esta situación tan desesperante los noticiarios se cargan de asuntos que escapan ya de toda comprensión racional, tanto por ser una reiteración histórica, como por formar parte de un registro muy conocido. África es la gran mina de minerales estratégicos. En diferentes zonas del continente la desestabilización política, los golpes de Estado, las guerrillas y los mercenarios van sembrando una serie de ciclos que se ven desde la Europa de los desatinos neoliberales como una fuerza del destino.

Hoy se habla de Níger y se teme la intervención de fuerzas coloniales para intentar revocar la voz del que ahora ostenta el poder por acción armada que avisa que va a acabar con la exportación de uranio a Francia. También amenaza con no vender oro a según qué países. Escribo sin poder respirar hondo porque me parece que esto es de hace cuarenta, cincuenta años, pero está sucediendo ahora mismo. Y todas las potencias están alerta para hacer como casi siempre, una concentración armada, una guerra para reponer su orden económico que ahoga a esos países. Y China mira, compra y espera.