España y Japón ya están en cuartos de final del Mundial. Dos selecciones renovadas por motivos distintos y que arrancan las eliminatorias con dos nombres propios, Aitana Bonmatí e Hinata Miyazawa. Ambas contribuyernon a las goleadas de sus equipos con sendos tantos y ambas fueron elegidas MVP frente a Suiza (1-5) y Noruega (3-1), respectivamente, como ya lo había sido la catalana en otra ocasión y la japonesa en dos. Las dos viven un Mundial de ensueño -pese al tropiezo pesadillesco de las rojigualdas ante, precisamente, Japón- y aspiran a todo en el plano colectivo e individual, en el que sujetan con fuerza un «testigo de oro».

El de Alexia Putellas lo ha agarrado Aitana con decisión. La lesión de la ganadora de los dos últimos Balones de Oro, forzó el paso adelante de la centrocampista del Barcelona (Sant Pere de Ribas, 1998), tanto en la selección española como en su equipo. Un paso natural, en cualquier caso, porque Aitana puede presumir de las mismas virtudes que su compañera. Técnica impecable, visión de juego, polivalencia, remate y liderazgo. Casi nada. De ahí que incluso a la sombra de Alexia se haya convertido en una futbolista indiscutible en el equipo blaugrana, con el que ha levantado 14 títulos en siete temporadas, incluyendo dos Champions League.

Un torneo en el que también ha conseguido algunos de sus mayores reconocimientos individuales, no en vano ha sido elegida MVP de la final de 2021 y de la competición al completo este mismo año, en el que además ha sido la máxima asistente y la segunda goleadora del torneo.

Un camino que parece conducirle al Balón de Oro que se ha llevado Alexia Putellas a casa los dos últimos años. Que pueda llegar a meta dependerá de lo que suceda en este Mundial, al que ha llegado por otra senda más sinuosa. Integrante de las «rebeldes» que hace casi un año se plantaron ante la Federación Española en demanda de mejores condiciones de trabajo, se contó también entre las que recularon para poder hacerse con un billete al hemisferio sur.

CINCO AÑOS ANTES...

En otro Mundial coincidieron por primera vez Aitana y Miyazawa (Minamiashagara, 1999). En el sub20 de 2018 que se adjudicó Japón ganando la final a España. La nipona fue una de las goleadoras y la catalana se la perdió por sanción aunque en la fase de grupos ya se habían enfrentado.

La trayectoria de Miyazawa, que debutó con la absoluta apenas dos meses después de aquel oro, no ha tenido tanta repercusión desde entonces. Jugadora del Beleza en su estreno profesional -fue elegida Mejor joven de la Liga el año de su debut-, conquistó ocho títulos, incluyendo una Champions asiática, con el equipo tokiota. El año pasado fihcó por el del Mynavi Sendai -donde comparte vestuario con la exjugadora de Real y Eibar Michi Goto-, donde su palmarés ha quedado en blanco y tampoco su nombre ha acabado entre las destacadas.

Pero Futoshi Ikeda, a cuyas órdenes conquistó aquel Mundial sub20, ha mantenido su confianza en la centrocampista, que la está recompensando con su explosión. Rápida, vertical e inteligente en sus movimientos, ejemplifica el juego ofensivo de Japón que está conquistando a la afición. Con cinco goles en cuatro partidos -más de los que había marcado hasta ahora con la selección- se ha colocado al frente de la tabla de goleadoras e igualado la marca con la que Homare Sawa se hizo con el Balón de Oro en 2011, cuando Japón ganó el Mundial y Sawa logró también el Balón de Oro. Su testigo ya tiene relevista.