Hacer historia. Así arrancaba en GARA el resumen de la fase de grupos del Mundial hace cinco días y así tiene que hacerlo el repaso a los octavos de final que se completaban ayer. Y es que si la eliminación de Alemania fue un bombazo, qué puede decirse de la de Estados Unidos, tetracampeona en busca de su tercer título consecutivo y medallista en todas las ediciones disputadas hasta ahora.

Una tanda de penaltis de película de suspense frente a Suecia, en la que hubo que tirar de la tecnología de gol para sopresa de una Naeher que había parado un penalti y marcado otro, envió a casa a las norteamericanas y precipitó la despedida de Rapinoe, como antes había sucedido con las de Marta y Sinclair. No fue la única eliminatoria que se decidió desde los once metros y en la que los penaltis, además, castigaron a quien mejor lo había hecho durante los 120 minutos de juego. Nigeria mereció sorprender a Inglaterra pero el equipo de Sarina Wiegman estuvo más acertado desde el punto de penalti y es el único campeón continental que sigue en pie tras la caída de China y Brasil en la fase de grupos y Sudáfrica y Estados Unidos en la eliminatoria de octavos.

También hay ya solo un campeón mundial en competición. Japón, ganador en 2011, única selección que cuenta sus partidos por victorias, máximo goleador... y, números al margen, el equipo que mejores sensaciones ha ofrecido a lo largo de todo el torneo. No ha tenido un mal partido, ni siquiera una mala fase, y ha demostrado que domina las diferentes facetas del juego y los distintos tipos de fútbol. Llegó al Mundial en un segundo peldaño pero ahora mismo pocas o ninguna selección parece capaz de derrotarle.

Quizá Suecia, que partía entre los favoritos y decepcionó ante Estados Unidos, a la que las niponas se enfrentarán en cuartos. Una ronda en la que habrá duelo entre vascas -Irene Paredes y Oihane Hernández frente a Damaris Egurrola- y dos selecciones que nunca habían llegado tan alto, España y Colombia.

No los disputará Lauren James, tras autoexpulsarse ante Nigeria. Pero no estará falto de nombres propios el torneo. Miyazawa es la máxima goleadora -cinco dianas y una asistencia-, Bonmatí se postula al Balón de oro tras su masterclass ante Suiza, Diani que se rompió la clavícula hace poco más de tres meses está imparable, Roord toma el relevo de Miedema, Le Sommer vuelve por sus fueros... También entre las porteras. La clasificación de Países Bajos y Suecia no se entendería sin la actuación de Van Domselaar y Musovic y, aunque es la mejor protegida por su defensa del torneo, Yamashita firmó ante Noruega la parada del Mundial.