Bombardeos contra civiles, ejecuciones sumarias e incendios premeditados de pueblos enteros son algunos de los crímenes de guerra que está cometiendo de forma «cada vez más frecuente y descarada« la Junta militar de Myanmar, según un informe del Mecanismo de Investigación Independiente para Myanmar, creado en 2018 a instancias del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. El documento recopila datos de más de 700 fuentes, incluyendo 200 testigos de estos ataques.

El jefe del mecanismo, Nicholas Koumjian, cree que esta documentación podría ser usada por tribunales para que los autores rindan cuentas.

Entre los bombardeos figura el perpetrado en la región de Sagaing en abril, que causó la muerte de al menos 155 personas. «Se incendian normalmente tiendas, lugares de culto y vehículos civiles, aunque en algunos casos se han destruido aldeas enteras», señala el texto sobre las operaciones de destrucción de poblados, que a menudo van acompañadas de detenciones y matanzas masivas, y que provocan grandes desplazamientos