Raimundo FITERO
DE REOJO

La insufrible indecencia

El médico colombiano Edwin Arrieta Arriaga fue asesinado y descuartizado en una isla paradisíaca de Tailandia. Este hecho parece que nadie lo pone en duda. Un ciudadano español, hijo y nieto de famosos actores, se confesó ante la Policía autor del crimen y se haya detenido por ello. Este hecho no solamente lo refutan en los medios de comunicación y en instancias confusas de la familia hasta convertirse en una de las más absurdas actuaciones mediáticas de indecencia absoluta, ética, periodística, legal, sicológica y no sé qué más. Se ha convertido en una veta interminable para ocupar horas de programación con la más absoluta y demoledora de las indecencias.

Habrá que reflexionar bastante sobre este asunto. Probablemente las fechas, con los mentideros políticos en barbecho hasta ayer, propicie la atención desmesurada a este caso, pues no solamente Telecinco tiene personal desplazado a la isla, sino muchas otras cadenas audiovisuales, entre ellas RTVE, lo que puede despertar más sospechas sobre el interés prestado desde la oficialidad. Mi morbosidad es total y en cuanto puedo me sumerjo en esta charca de mierda olorosa, este monumento al tertuliano templario, radical, ultra, encabezado por una portavoz de la familia del supuesto asesino que es una abogada con clara militancia en la extrema derecha española. El cuadro es hipnótico, porque recusan lo que dice la Policía sin haber leído el informe, suponen circunstancias desmentidas por los hechos, colocan al confeso como víctima y hacen de la víctima y su familia sospechosos aplicando una insufrible falta de empatía.