El servicio de autobuses urbanos de Bilbao (conocido como Bilbobus) es un servicio de primera necesidad para una importante parte de la ciudadanía bilbaína, ya que es el único medio de transporte público que llega a todos los barrios de Bilbao.

La gestión de Bilbobus, a diferencia de otros medios de transporte que actúan en la ciudad de Bilbao o en el Bilbao Metropolitano (Metro o Euskotren), está en manos de la empresa privada ALSA.

Este hecho no es baladí, ya que toda empresa privada actúa con criterios puramente economicistas y no con criterios de calidad y de servicio a la comunidad. Esta priorización de la economía por encima del servicio, la está sufriendo la ciudadanía de Bilbao que día a día ve como la calidad del servicio, que debería ser público, se va deteriorando.

En pleno mes de agosto donde hemos vivido el récord histórico de temperaturas en muchos municipios de Bizkaia, la ciudad de Bilbao tiene algunos autobuses en los cuales solo se puede reducir un 20% la temperatura respecto al exterior. Es decir, por un lado, la ciudadanía queda expuesta a que puedan tener un golpe de calor y, por otro lado, los y las trabajadoras desarrollan su labor por encima que marca la normativa laboral sobre temperaturas (Real Decreto 486/1997).

Dentro de la política de ahorro que lleva la empresa, y como consecuencia del desmantelamiento que está sufriendo este servicio, se están externalizando trabajos propios. En los últimos años no se ha sustituido al personal de taller y de mantenimiento que se ha ido jubilando. Este hecho está provocando que actualmente haya momentos en los que solo se encuentren dos mecánicos operativos para cerca de 112 unidades, no pudiendo abordar su trabajo de manera eficaz en el momento que se dan varias averías al mismo tiempo y siendo la ciudadanía de Bilbao la sufridora directa de esta gestión. Como consecuencia de este desgobierno, se producen tardanzas y retrasos en la llegada de los autobuses a sus paradas.

Al igual que la ciudadanía, la plantilla de Bilbobus también venimos sufriendo una merma de la calidad de nuestro trabajo derivada de la política de ahorro de la empresa. Se están incumpliendo los plazos de preaviso marcados en el artículo 34.2 del Estatuto de los Trabajadores y en numerosas ocasiones se está vulnerando el derecho a la desconexión digital o se están produciendo situaciones de peligro para los y las trabajadoras en la cochera de Elorrieta, derivadas de la saturación de unidades aparcadas. Además, las condiciones de esta cochera y sus dependencias están extremadamente sucias y obsoletas.

Por último, señalar que no hace mucho tiempo en las marquesinas de Bilbobus, la empresa gestora hacía propaganda sobre la realización de dos limpiezas diarias de todas las unidades de Bilbobus. Los y las que trabajamos desde hace tiempo para la empresa somos testigos directos que nunca se han realizado dos limpiezas al día de todas las unidades en activo, siendo nuevamente la ciudadanía la que padece el deterioro del servicio. Y podríamos seguir poniendo ejemplos.

A pesar de todo esto, quizás el usuario no esté percibiendo la totalidad de estas carencias debido al compromiso y la responsabilidad de la plantilla de Bilbobus. Esta plantilla está empecinada en ofrecer el mejor servicio público que este en su mano, pese a las dificultades a las que se están enfrentando día a día con los recortes que se están aplicando con el desconocimiento del ayuntamiento o, peor aún, con su complicidad.

Desde la sección sindical de ESK en Bilbobus, no entendemos como el Ayuntamiento puede permitir el deterioro de un servicio fundamental para muchos de los barrios de nuestra ciudad. Solo hace falta hacer un viaje en Metro Bilbao y otro en Bilbobus para comprobar de lo que estamos hablando.

Por todo ello, ahora que se acaba de constituir la nueva corporación que regirá la ciudad de Bilbao los próximos cuatro años pedimos a la responsable del Área de Movilidad y Sostenibilidad que vele por los intereses de toda la ciudadanía de Bilbao y revierta a manos públicas la gestión del servicio de Bilbobus.