El Jumbo reiteró ayer que es el equipo más potente de esta Vuelta al colocar a sus tres corredores más fuertes en el grupo de ocho ciclistas que llegó por delante en la octava etapa entre Dénia y Xorret de Catí, de 164,8 kilómetros, lograr la victoria con Primoz Roglic y el liderato con Sepp Kuss.

El norteamericano se ha convertido en mucho más que un gregario en la tercera grande que disputa esta temporada. Si en la etapa de Javalambre su presencia en la fuga forzó a Soudal, Ineos y Movistar a trabajar por detrás a destajo, ayer su ataque en la última dura subida de Xorret de Catí (3,9 km al 11,4%), obligó a Remco Evenepoel a trabajar por detrás con Roglic y Vingegaard a rueda. Ese desgaste lo aprovechó el esloveno para imponerse al sprint al flamenco en la llegada como no pudo hacer en Javalambre, donde acusó la caída del día anterior.

El ritmo del Jumbo durante toda la etapa y la corta, pero exigente, subida al Xorret de Cati, dejó por delante a los tres líderes del Jumbo, con los tres del UAE -Ayuso, Almeida y Soler-, Enric Mas y Evenepoel. El Bahrain consiguió colocar detrás de ellos a los dos corredores que ganaron posiciones en la general en la fuga de Javalambre, Wout Poels y Mikel Landa, undécimo de la etapa y quinto de la general por delante de los más fuertes. Se había marcado la primera semana para decidir si podía disputar la general y por ahora está bien situado y parece ir a más.

ESCAPADA NUMEROSA

La etapa volvió a registrar una gran pelea para formar una fuga de nivel con una treintena de corredores, con Jonathan Castroviejo y Oier Lazkano como representantes vascos y Cristian Rodríguez como mejor colocado en la general a 4:01. Llegó a ser líder virtual porque la fuga se acercó a los cinco minutos de ventaja cuando a 111 de meta saltó del grupo Thomas de Gendt para protagonizar una de las exhibiciones que le caracterizan, pero está lejos de su mejor nivel y en el exigente recorrido fue superado por los más fuertes de la escapada.

Oier Lazkano lo volvió a intentar desde lejos y se marchó con Damiano Caruso, Andreas Kron y Rui Costa, mientras que Jonathan Castroviejo se quedaba en el grupo perseguidor, que no se puso de acuerdo para evitar que alcanzaran más de un minuto de ventaja. Pero Jumbo no dio margen a la escapada, marcó un fuerte ritmo por detrás y consiguió llegar a ocho de meta al comienzo de la subida al Xorret de Catí (3,9 kms. al 11,4%), con apenas 40 segundos con el cuarteto de los escapados y a mitad de subida los atrapó.

La novena etapa, entre Cartagena y Caravaca de la Cruz, de 180,9 kilómetros, también presenta otro final en alto en un puerto de Segunda de 8,2 km al 5,5% tras subir en la parte inicial un Primera, el Puerto Casas de Marina La Perdiz (11,5 km al 4,9%) para formar una escapada de calidad que tendrá posibilidades de disputarse la victoria... en la medida que el Jumbo quiera.