EDITORIALA

El empleo y la vivienda condicionan la migración

El informe del observatorio Ikuspegi sobre la distribución de la población de origen extranjero en las comarcas de la CAV aporta una interesante serie de datos sobre migración, tanto sobre el flujo, como sobre la distribución y residencia de las personas migrantes. Destaca, en primer lugar, que la población de origen extranjero supone el 11,5% de la población total, es decir, algo más de uno de cada diez habitantes. Hace nueve años las personas migrantes que vivían en la CAV eran el 8,3% de la población, de modo que el crecimiento de la población migrante no es tan rápido como se quiere hacer creer, sobre todo si se tiene en cuenta que la población autóctona se está reduciendo.

En cuanto a la distribución de la población de origen extranjero, el informe muestra un mapa en el que destaca que más de dos terceras partes de los migrantes viven en las tres capitales. Las grandes ciudades tienden a considerarse lugares con mayores oportunidades de encontrar trabajo, aunque el elevado precio de la vivienda sea una importante barrera para que se instalen las personas migrantes. Tal vez por ello, las comarcas en las que proporción de población foránea es mayor que la media sean Gasteiz, Bajo Bidasoa, Laguardia Rioja Alavesa, Bajo Deba, Goierri y Donostialdea. Solo aparecen dos grandes ciudades por lo que posiblemente sean las oportunidades de trabajo el factor clave que explique esta distribución de la población de origen extranjero. Las personas migrantes buscan acomodo no tanto en las grandes ciudades como en aquellas comarcas que ofrecen mejores perspectivas de encontrar el mejor empleo que puedan.

Por tanto, la población extranjera ni es tanta como a veces se percibe ni está concentrada en unas pocas localidades o comarcas. La distribución es bastante homogénea y responde, sobre todo, a oportunidades laborales y de vivienda. Por último, conviene subrayar que los estudios sobre la percepción de la migración siempre han reflejado que la ciudadanía vasca nunca ha considerado a los migrantes como un problema. A fin de cuentas, las personas migrantes, como la gran mayoría de las autóctonas, no son más que trabajadoras.