Ramiro Pinilla (Bilbo, 1923-Barakaldo, 2014) fue un niño de la guerra. En julio de 1936, cuando contaba con trece años, tuvo que abandonar su Bilbo natal a causa del Golpe de Estado. Algo más joven es el protagonista de ‘‘El señor de la guerra’’, novela inédita escrita por el autor en los años setenta y que la editorial Tusquets publica coincidiendo con el centenario del nacimiento del escritor getxoztarra.

«Podría pensarse que Urko Pínaga [protagonista de la novela] comparte ciertos rasgos del buen amigo de Ramiro, José Javier Rapha Bilbao (Getxo, 1943-2022), con quien fundó la editorial romántica y reivindicativa Libropueblo-Herriliburu en 1977. José Javier vivió y trabajó seis años en Londres, donde fue corresponsal de la Agencia EFE. Regresó a Getxo a principios de los setenta, era escritor, fumaba en pipa, y tenía su casa familiar, Goñibarri, como el caserón Mallatu de El hombre de la guerra, amenazada por una expropiación», narra la periodista y escritora bilbaina María Bengoa Lapatza-Gortazar, autora del epílogo del libro y quien fue compañera del escritor.

Detalla que ‘‘El señor de la guerra’’ habla de las guerras que no acaban nunca y de las historias reescritas: «Aparece en sus páginas San Baskardo, nombre que se mantendrá en ‘Verdes valles, colinas rojas’ para ese escenario de Santa María de Getxo al que le quedaba algo de su carácter de aldea. Y se respira la añoranza por un mundo perdido. El dolor del protagonista ante el paisaje transformado que ya no es como el escenario de su niñez, es el del propio Ramiro», opina Bengoa.

La novela parte cuando Urko Pínaga regresa del exilio para asistir al entierro de su tía Flora, con la que vivió antes de marcharse a Inglaterra, como tantos otros niños y niñas vascas. A su vuelta, se dará de bruces con un Getxo diferente al que recuerda y que releerá como un lugar misterioso cargado de secretos. A la vez, el contraste de lo que Flora le contaba por carta y la realidad con la que se encuentra impulsarán al protagonista a buscar la verdad. El libro une «lo mejor del universo literario de Ramiro Pinilla: el mundo de Getxo, los conflictos larvados de la posguerra y su gusto por las novelas policiacas, de las que publicó una trilogía en sus últimos años», adelantan desde Tusquets.

SU OBRA CUMBRE

Ramiro Pinilla (Bilbo, 1923 - Getxo, 2014) fue un referente de la corriente renovadora de la narrativa vasca en castellano: ganó dos veces el Premio Euskadi (“La tierra convulsa”, 2004; y “Aquella edad inolvidable”, 2012), además del Premio Nacional estatal de Narrativa (“Las cenizas del hierro”, 2005) y el Premio Nadal (“Las ciegas hormigas”, 1960). En 2012 fue galardonado junto a Ramón Saizarbitoria con el premio Lan Onari, otorgado por el Gobierno de Gasteiz.

Tras un comienzo exitoso, Pinilla decidió publicar en pequeñas editoriales durante más de treinta años hasta que llegara la trilogía ‘‘Verdes valles, colinas rojas’’ (Tusquets Editores, 2004 y 2005), considerara como la obra cumbre del autor y en la que plasmaba su visión del mundo a través de su tierra.

Pinilla dedicó 18 años a la escritura de la citada trilogía, que está compuesta por ‘‘La tierra convulsa’’, ‘‘Los cuerpos desnudos’’ y ‘‘Las cenizas del hierro’’ (Premio Euskadi, Premio Nacional estatal de la Crítica y Premio Nacional estatal de Narrativa).

Posteriormente también publicó ‘‘La higuera’’, ‘‘Antonio B. el Ruso, ciudadano de tercera’’, ‘‘Aquella edad inolvidable’’ (Premio Euskadi) y ‘‘Los cuentos’’. Y en 2009 inició una original serie policiaca compuesta por ‘‘Sólo un muerto más’’, ‘‘El cementerio vacío’’ y ‘‘Cadáveres en la playa’’.

«Ahora, en el centenario de su nacimiento, ‘El hombre de la guerra’ es un regalo en forma de novela inédita que Pinilla dejó lista para publicar», concluye Bengoa.