La reivindicación del derecho a decidir de Euskal Herria volvió a adquirir un protagonismo destacado en la segunda etapa de la Vuelta por tierras vascas. Desde que la decimoquinta jornada de la ronda ciclista partió ayer al mediodía de la Ciudadela de Iruñea -sus alrededores se convirtieron en un hervidero de gente, como si fuesen sanfermines-, ikurriñas y enseñas navarras salpicaron los arcenes al paso del pelotón multicolor.

Señal de ello fue la concentración de aficionados en el paseo de Sarasate, junto al Monumento a los Fueros, que hicieron pasillo a los deportistas en el inicio neutralizado de la etapa. Mientras los ciclistas daban sus primeras pedaladas, en Lekunberri, donde estaba instalada la meta, comenzaba una kalejira reivindicativa para demandar el derecho de vascas y vascos a decidir libre y democráticamente su futuro. Música y animación para hacer patente esa extendida reclamación entre la ciudadanía de todo el país.

Además de en esas dos localidades citadas, también en Artazu, Gares, Zirauki, Villatuerta, Lizarra, Etxarri Aranatz, Arbizu, Lakuntza, Uharte Arakil, Ihabar, Etxaurren e Irurtzun hubo ciudadanos que reivindicaron idéntica demanda. En algunos lugares, como Etxarri Aranatz, por ejemplo, se desplegó una gran ikurriña y un escudo de Euskal Herria en la fachada de un edificio de viviendas.

OTRAS REIVINDICACIONES

A lo largo del recorrido no solo se vieron ikurriñas y enseñas navarras, también se prodigaron otro tipo de banderolas y pancartas con diferentes tipos de reclamaciones. Entre ellas, destacaron por su importante número aquellas que reclaman la vuelta a casa de los presos vascos, otras en contra del proyecto del TAV y también las que representan la oposición popular al gasoducto que se quiere hacer pasar por Aralar, destruyendo precisamente una parte del paisaje del que ayer se pudo disfrutar durante el transcurso de la etapa.

Mientras en los arcenes de las carreteras se mantenía un ambiente de fiesta y de apoyo a los deportistas, junto al reivindicativo, en Etxauribar, junto a la señal que indica el pueblo de Bidaurreta, uno de los guardias civiles que participaba en el operativo de la ronda ciclista se detuvo para quitar una ikurriña colocada en el lugar por los vecinos, para asombro de las personas que allí se encontraban.