GARA
DERNA

La Fiscalía investigará la rotura de las presas de Derna, agrietadas desde 1998

La Fiscalía de Libia anunció la apertura de una investigación sobre la actuación de las autoridades locales y del Gobierno, en particular en lo que respecta a los fondos para el mantenimiento de las presas, que presentaban desde 1998 grietas que no fueron reparadas y cuyo derrumbe causó la inundación de la ciudad portuaria de Derna.

Vista aérea de la destrucción causada por las riadas en Derna.
Vista aérea de la destrucción causada por las riadas en Derna. (Wesam ALHAMALE | AFP)

La fiscal general de Libia, Al-Sediq al-Sur, anunció la apertura de una investigación sobre la rotura de las dos presas que causó las inundaciones que mataron a miles de personas en la ciudad de Derna en plena la tormenta Daniel. Ambas presentaban en 1998 grietas que nunca fueron reparadas, según varios informes, y ambas obras, como otras por todo el país, han sido descuidadas por las distintas Administraciones, tanto mientras gobernó Muammar Gaddafi como tras su caída en 2011.

Al-Sur explicó que se investigará la actuación de las autoridades locales y del Gobierno libio, en particular en lo que respecta a los fondos para el mantenimiento de las presas. «Puedo garantizar que si alguien ha cometido errores o ha incurrido en negligencia, la Fiscalía adoptará medidas firmes y presentará una denuncia penal para que sea juzgado», relató durante una rueda de prensa el viernes por la noche, según recogió Al-Jazeera.

ADVERTENCIAS DESOÍDAS

Las dos presas fueron construidas en los 70 por una empresa yugoslava «no para recoger agua, sino para proteger Derna de las inundaciones», según el fiscal general. Antes de su construcción, la ciudad sufrió una serie de grandes inundaciones provocadas por las crecidas del uadi, en particular en 1941, 1959 y 1968.

Según el fiscal, la dirección de la presa en Libia ya había informado sobre las grietas en ambas estructuras en 1998.

Dos años más tarde, las autoridades encargaron a una consultora italiana evaluar los daños en ambas. El gabinete confirmó las grietas y recomendó construir una tercera presa para proteger la ciudad.

Un informe oficial de 2021 apuntaba que las dos presas no habían recibido ningún tipo de mantenimiento, pese a que se habían destinado más de dos millones de dólares para ello en 2012 y 2013.

En 2007 se contrató a la empresa turca Arsel Construction Company Limited para su mantenimiento y construir otra presa más. Su web sostiene que los trabajos se terminaron en noviembre de 2012.

En un estudio de noviembre de 2022, el ingeniero y académico libio Abdel-Wanis Ashour advierte de una «catástrofe» que amenaza a Derna si las autoridades no realizan labores de mantenimiento en las dos presas. A pesar de la advertencia, no se realizó ninguna obra.

Bajo la presión de las lluvias torrenciales, la primera presa, Abou Mansour, con una capacidad de 22,5 millones de m³, situada a 13 km de la ciudad, cedió, liberando una riada que derribó la segunda, Al-Bilad, con una capacidad de 1,5 millones de m³, ubicado a solo un kilómetro de la ciudad.

Su proximidad hacía que hubiera pocas opciones de que la inundación se disipara antes de llegar a Derna, que recibió toda la fuerza del torrente.

SIGUEN LAS LABORES DE RESCATE

Mientras, los equipos de rescate continúan buscando a posibles supervivientes entre los escombros cuando ya ha pasado una semana de un siniestro que se ha cobrado más de 20.000 vidas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó ayer de que «se han recuperado e identificado los cuerpos de 3.958 personas» a los que habría que añadir otros 9.000 desaparecidos. Además, la OMS anunció la llegada de 29 toneladas de ayuda médica.

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja apuntó que la ayuda ha comenzado a llegar y alertó del riesgo que supone la munición no detonada del conflicto interno libio.

«Conseguir la ayuda que está en el aeropuerto de Derna es un problema. Sabemos que las carreteras han resultado muy afectadas», declaró a la cadena Al-Jazeera la directora de Desastres, Clima y Crisis, Caroline Holt.

«Sabemos que habrá problemas de seguridad. Esas minas que estaban antes mapeadas con claridad pueden estar ahora en otras partes. Es un problema adicional de seguridad tanto para la población de Derna como para los que vienen de fuera», resaltó.