Raimundo FITERO
DE REOJO

Hacer el canelo

Borja Mari primero dice que su banda no va a hacer el canelo y no hablarán ni votarán que se hablen las lenguas cooficiales del Estado español y después va, se sube a la tribuna y se le escapan cuatro frases cortas en euskera. ¿Cuándo hizo más el canelo, antes o después? Sus socios ansiosos encabezados por Santi, el pistolero de Amurrio, hicieron una malísima performance, una protesta franquista dejando los aparatos de traducción simultánea en el escaño de Sánchez, que estaba nada menos que en la ONU, y abandonaron airados el salón de plenos. Están ensayando fórmulas para salir en los cortes de las televisiones.

La prudencia que aconseja la experiencia me hizo hacer el canelo ayer de una manera casi total. Esperé a ver la rueda de prensa de la convocatoria de las jugadoras de la selección, les hablé de una mujer que debían tener en cuenta y resultó ser una mentirosa, un problema, una ejecutora de los retorcidos planes de Rubiales y Vilda, convocando a quienes no querían ser convocadas, pero con una amenaza de multas y sanciones que las pueden llevar hasta a cinco años de retirada de la licencia federativa, es decir a no jugar al fútbol. Reiteró en rueda de prensa hasta cinco veces que había hablado con las jugadoras y no era cierto. No puede empezar de manera más miserable lo que ella llamó pomposamente nueva etapa.

Una jugadora sueca, con la que se deben enfrentar este viernes, se pone disposición de las jugadoras para solidarizarse. La sororidad activa. Un personaje insufrible del Gobierno en funciones, Víctor Francos, amplifica el ridículo de la Federación con su propio ridículo.