La sexta película de Maïwenn como directora y guionista nos traslada al esplendor y decadencia de la corte de Versalles del siglo XVIII en su relato sobre la vida de Jeanne Du Barry, la célebre cortesana de Luis XV. Esta historia, narrada de manera cronológica, nos presenta a su protagonista, hija ilegítima de una cocinera, y su capacidad para seducir a miembros de la aristocracia en unos tiempos de gran crudeza y mucha hipocresía, sobre todo teniendo en cuenta las hambrunas y enfermedades que padecía la población. Su entrada en la sociedad del Conde Du Barry la lleva a conocer al rey Luis XV, con quien desarrolla una profunda empatía, una relación que perduró hasta la muerte del monarca en 1774.

Aunque la película comienza enfocándose en la vida de la protagonista, Maïwenn pronto cambia de enfoque para explorar la vida en la corte, las relaciones del rey con su entorno y las tensiones que Jeanne provoca en Versalles. La película quiere resaltar la personalidad de Jeanne, su influencia en la moda de la época y su desfachatez en un ambiente encorsetado, para recordarnos la superficialidad que imperaba.

La película se esmera en captar la fastuosidad visual de la época, con cuidados detalles relativos al vestuario, peluquería y maquillaje, así como una meticulosa recreación de los interiores del monumental recinto palaciego en el que transcurre la histori; buena parte de ellos no estaban disponibles para el rodaje y tuvieron que ser recreados mediante decorados. A ello se suma la partitura musical de Stephen Warbeck, que aporta un empaque acorde a las imágenes.

“Jeanne Du Barry” marca el regreso a la pantalla grande de Johnny Depp, quien también coproduce la película y asume el rol de Luis XV. Maïwenn interpreta a Jeanne Du Barry y Benjamin Lavernhe hace lo propio con el papel de La Borde, un confidente del monarca y el mejor amigo de la protagonista en la corte.