Richie Adams firma esta adaptación de una novela de 2002 escrita por el periodista escocés John Mackay, cuya familia proviene de la pequeña localidad de Lewis, ubicada en las islas Hébridas, lugar en el que transcurre la trama y se realizó su filmación.

El argumento está basado en una historia real que el director escuchó por primera vez a uno de sus primos, pero tiene en su resultado final esa peculiar mezcla de lo predecible y lo inverosímil que, a menudo, podemos encontrar en el melodrama. Ambientada en 1916, descubrimos a una joven -muy bien interpretada por la actriz Hermione Corfield-, cuyo deseo de escapar junto a su novio de la la isla que habitan con rumbo hacia Estados Unidos, chocará con la cruda realidad de la Primera Guerra Mundial. Dicho sueño será retomado cuando el novio de la protagonista regrese del frente.

SECRETOS Y SILENCIOS

En esta pequeña comunidad isleña escocesa en la que viven los protagonistas, adquiere una relevancia muy especial el tradicional “Baile del Camino”, una festividad que precedía al envío de los jóvenes a la guerra. Un encuentro alegre que se transforma en pesadilla para la joven, tras ser violada y descubrir que está embarazada. Todo ello transcurre en una comunidad muy tradicional, fuertemente apegada a la religión y en la que imperan los silencios, secretos y miedos.

“The Road Dance” es un drama rural bien elaborado que refleja sutilmente las viejas rencillas e intimidades que cohabitan en un entorno natural, que funciona como si se tratara de un personaje más. Una escenografía agreste, rocosa y sacudida constantemente por el viento y el mar y que se amolda a la perfección al carácter de una galería de personajes variados y bien perfilados.