Natxo MATXIN
OSASUNA

Munuera pone su granito de arena para alargar la maldición rojiblanca

Con dos caras muy diferentes, la escuadra navarra puso todo de su parte para acabar con su mala racha casera frente al conjunto rojiblanco, especialmente en una segunda parte en la que el árbitro anuló un gol muy polémico a David García en el minuto 75.

Así anotó David García el 1-1 que debió subir al marcador.
Así anotó David García el 1-1 que debió subir al marcador. (Iñigo URIZ | FOKU)

Un gol anulado por Martínez Munuera que tuvo que subir al marcador -el árbitro ni siquiera consultó al VAR pese a lo polémico de su decisión- y la falta de puntería prolongó la maldición colchonera que persigue a Osasuna en El Sadar, acumulando ya nueve derrotas en las últimas diez visitas que ha realizado el Atlético de Madrid al estadio iruindarra, aunque la de ayer fue totalmente injusta.

Incómoda desde el principio por la movilidad de Griezmann y Morata, siempre dando apoyo a la salida visitante, la escuadra navarra se afanó en mantener la pelota lo más alejada de su marco, pero no pudo impedir que al sexto minuto de juego el ariete madrileño diese el primer susto rematando fuera con el exterior.

Con la zaga local ya bien organizada y provocando que los colchoneros cayesen una y otra vez en el fuera de juego, los de Jagoba Arrasate dispusieron de su primer acercamiento con peligro gracias a un cabezazo de Budimir (m.13) que fue a las manos de Oblak, pero todavía estuvieron más cerca de inaugurar el marcador con un disparo raso de Torró -muy similar al gol que anotó en la final copera- que en esta ocasión se marchó pegado al poste (m.18).

De lo que pudo ser el 1-0 se pasó al 0-1. Un mal despeje de Aitor -tampoco es que le cediesen la pelota en buenas condiciones- derivó en un centro de Lino, un despeje con el pecho del arquero guipuzcoano y un balón suelto que Griezmann empalmó de manera no muy ortodoxa, pero que botó antes y despistó al meta rojillo que estaba cubriendo el primer palo.

ERROR ARBITRAL

La poca fluidez que tuvo Osasuna en la primera parte, sin encontrar líneas de pase, se desvaneció tras el paso por vestuarios, apretando a un Atlético, al que arrinconó en propia área, atacándole por derecha e izquierda, pero faltándole lo primordial, materializar. La tuvo por partida doble Chimy Ávila, al igual que Aimar y todavía más clara Torró, al que le tapó muy bien un rápido Oblak. .

Espoleado por el ánimo de la grada, el conjunto navarro se mereció empatar y lo consiguió, de hecho. Un testarazo de David García debió subir el 1-1 al electrónico, pero Martínez Munuera pitó falta en ataque al ver en el suelo a Witsel y ni siquiera consultó el VAR para comprobar que quien primero resultó empujado fue Aimar. La decisión desató el cabreo del banquillo, con expul- sión de Arrasate y la batalla de Ávila y Morata, que también mandó a los dos a la ducha.