Hace solo tres semanas, el Eibar salía del Plantío derrotado por tercera jornada consecutiva, hundido en el fondo de la clasificación y con su nuevo proyecto ofreciendo sensaciones poco menos que apocalípticas. Costaba ver los brotes verdes en los que insistía Joseba Etxeberria pero está visto que el discurso del técnico era más que una argucia psicológica para animar a sus hombres. Porque a aquellas tres derrotas le han seguido tres victorias en las que el equipo ha ido mejorando su juego hasta alcanzar su, de momento, techo con la gran actuación que firmó ante un Tenerife que llegaba a Ipurua con números como para asustar.

Le explotaron las estadísticas al equipo de Asier Garitano, totalmente anulado por un rival lanzado que buscó la victoria con ganas y con recursos y que se evitó problemas en el área con un grandísimo trabajo en todas las líneas. 76 minutos necesitó el Tenerife para rematar por primera vez a puerta.

Y eso que el partido arrancó con una mala noticia porque los problemas físicos que habían impedido a Aketxe entrenar con normalidad acabaron dejando fuera al pitxitxi armero. Por suerte, Stoichkov ha cogido carrerilla y culminó su gran actuación con su tercer gol en tres partidos. Quique, con otro golazo, amplió distancias y Vencedor redondeó en el descuento.

Ambicioso, el Eibar tuvo buena pinta desde el principio. Lastimaba Cristian por banda, enloquecía a la zaga Stoichkov, se iba calentando Mario Soriano... Las llegadas al área se sucedían aunque el Tenerife, aparentemente cómodo, conseguía que no fueran demasiado claras.

Le pareció insuficiente a Asier Garitano, que introdujo dos cambios en el descanso para tener más balón y más presencia. Pero no le salió bien porque los azulgranas siguieron a lo suyo y además ahora acertaron. Primero Stoichkov, a los seis de la reanudación, tras dos buenos avisos de Tejero y Soriano y culminando una brillante acción coral con un remate ajustado al palo desde la frontal. Seis minutos después, Quique le hacía competencia con otro gran tanto, colando un chutazo bien dirigido por el primer palo.

Volvió a mirar al banquillo Garitano pero el Eibar no dio opción a que la pólvora de Gallego y Mo Dauda apareciese. Sí apretó más el Tenerife, no era difícil, pero no llegó ni a generar dudas a su rival, que no solo aguantó la breve acometida de los canarios sino que, con gente de refresco arriba, se acabó yendo a por el tercero. Lo encontró en las botas de Vencedor, que redondeó el marcador y la fiesta en Ipurua marcando el 3-0 en el tiempo añadido.