Iñaki LEKUONA
Profesor
AZKEN PUNTUA

Franja

A principios de julio, el ejército israelí entró en un campo de refugiados palestino en Cisjordania y provocó la muerte de trece personas y la huida de cientos de familias que dejaban tras de sí la desolación. Dos meses antes, la franja de Gaza había sido bombardeada por Tel Aviv en un ataque que dejó numerosas víctimas civiles. En ninguno de los dos casos hubo reacción alguna entre los representantes políticos franceses, más allá de la izquierda insumisa. Pero ahora que los ataques se lanzan desde el otro borde de la frontera, las condenas son casi unánimes. Sólo LFI ha contextualizado el problema -explicando que la ofensiva armada palestina llega en un escenario de intensificación de la política de ocupación israelí-, lo que le ha valido la reprobación general e incluso la exigencia por parte de una formación conservadora de que se prive a ese partido de izquierda de la inmunidad parlamentaria por “justificar el terrorismo islámico”. Los insumisos están a punto de comprender que la criminalización es un arma de destrucción masiva de verdades, que con la onda expansiva de los medios convierte las evidencias en falsedades. Rodeada de injusticias y ocupada por las fuerzas armadas de la vileza y del servilismo, la honestidad en política es a día de hoy una pequeña y muy difusa franja.