Arnaitz GORRITI
LIGA ACB

¿Para qué ganar con holgura si se puede ganar sudando tinta?

Los de Joan Peñarroya desperdiciaron un 44-61 a favor ante un Basket Zaragoza inferior, y solo Marinkovic y Miller-McIntyre evitaron el desastre.

El banquillo baskonista recibe con euforia a un Vanja Marinkovic crucial para el triunfo gasteiztarra en Zaragoza.
El banquillo baskonista recibe con euforia a un Vanja Marinkovic crucial para el triunfo gasteiztarra en Zaragoza. (E. CASAS | ACB PHOTO)

¿Por qué ganar con holgura si sudando tinta se disfruta más? Aunque sea en el fuero interno de los miembros de Saski Baskonia, esa debe ser la reflexión inconsciente, porque si no, difícilmente se explica la manera en la que el cuadro gasteiztarra desperdicia grandes ventajas para terminar pidiendo la hora.

Si el viernes los de Peñarroya perdieron 16 puntos de ventaja, ayer frente a Basket Zaragoza desperdiciaron 17. Después de un segundo cuarto maravilloso y de irse en el tercer cuarto con un parcial de 10-16, los alaveses campeaban con un 44-61 casi definitivo. Pero si algo tiene el cuadro maño es corazón, y a golpe de corazón volvió a meterse en la pelea al punto de voltear el marcador y adelantarse 70-69.

Por fortuna, en un final de partido cercano a la histeria, el acierto de Vanja Marinkovic -clavó cinco triples- y un Codi Miller-McIntyre que a falta de talento para dirigir encontró el tino en un par de ataques en los que nada parecía salir, los gasteiztarras lograron salvar la papeleta.

BUENOS MINUTOS

El primer cuarto terminó con un 23-24 favorable, pero por momentos se mascó la tragedia, toda vez que el quinteto titular puesto en cancha por Joan Peñarroya, con Mannion, Marinkovic, Rogkavopoulos, Dani Díez y Kotsar, arrancó a un nivel planísimo. Mientras, entre Smith y Okafor el bando maño tuvo más que suficiente para irse 14-7. Los gasteiztarras lo fiaban todo al triple y la falta de tensión en defensa era obvia.

La entrada de Codi Miller-McIntyre, Khalifa Diop -pese a sus problemas de espalda- y Markus Howard le dio otro aire al partido, así como la irrupción de un Sander Raieste que tuvo los minutos que habitualmente hubiera tenido Sedekerskis, siendo el lituano el elegido para descansar.

Ese segundo aire de los jugadores de banquillo permitió al Baskonia ir asomándose a su rival, al punto que un triple de Raieste dejó el marcador el 23-24 al final del primer asalto.

Un final de cuarto que fue preludio de lo que sería el segundo acto. Mucho más entonados y ya con la tensión debida, los de Peñarroya conseguían un parcial de 2-9 con el que empezaban a abrir brecha respecto de su rival.

El Baskonia siguió jugando a un nivel al menos serio, con Costello, Moneke y Kotsar haciéndose fuertes en la pintura, mientras que los bases baskonistas encontraban su sitio. Con el único lunar de las pérdidas -16 al final del choque-, los gasteiztarras pudieron irse a los vestuarios con un cómodo 34-45 a su favor.

Es más, durante los cinco primeros minutos del tercer cuarto Saski Baskonia anotó casi en cada viaje. Así el marcador se disparó hasta un 44-61 que casi parecía decisivo

EL APAGÓN

Pero se confió en su acierto y dejó de defender. «Como las estamos metiendo, perdemos la tensión atrás, ¡y eso no puede ser!», dijo el técnico baskonista durante un tiempo muerto.

Para entonces Basket Zaragoza encontró a Sulejmanovic para complementar a Smith. Así, con un parcial de 14-4, el partido entró en otra dinámica y llegó el último cuarto con un marcador de 58-65. Más aún, el cuadro aragonés se soltó la melena y logró adelantarse 70-69, a falta de cinco minutos.

Quizá gracias a que el Basket Zaragoza completara la remontada tan rápido fue lo que ayudó a Saski Baskonia. «Olvidados» de Markus Howard, Marinkovic emergió con un par de triples vitales. Además, Codi Miller-McIntyre añadió un triplazo después de un ataque horroroso para ponerse 78-83 a falta de un minuto. Solo así pudo amarrar el Baskonia el triunfo, después de volver a jugar con fuego.