Koldo CAMPOS
Escritor
AZKEN PUNTUA

Yo también quiero un cuadro

Así, de improviso, la Kutxa me cobra 30 euros por «mantenimiento» de mi tarjeta. Como sólo tenía 20 euros en la cuenta, se llevan los 20 y me dejan 10 en rojo. A través de la «banca on line» me doy cuenta del estropicio pero, no obstante, la Kutxa me manda un mensaje al móvil advirtiéndome de su cobro y me aclara que «este SMS supone un gasto repercutible de 3:00 euros +IVA». Voy al banco y les devuelvo la tarjeta. Me dicen que no hay problema y que ya no tendré que pagar por su mantenimiento. Lo que sí tendré que pagar son otros 3:63 euros por «repercusión gastos de reclamación impagados».

¿Y qué hacer en este mundo libre que nos obliga a depender de los malditos bancos? Ya una vez apelé a esos organismos que se ocupan de defender al consumidor y acabé tan consumido que, incluso, entrar en los bancos con los brazos en alto, como si te estuvieran atracando, me pareció una buena idea hasta que hallé otra mejor. Se llama Alex Schaefer y es un pintor estadounidense que en vez de pintar bodegones pinta bancos en llamas. Le llegan tantos pedidos de todo el país solicitándole cuadros de sucursales ardiendo que ya el bueno de Alex ha montado varias exposiciones. Por si te animas Alex, ¿qué tal uno de la Kutxa de Azkoitia?