Sin hacer un partido del otro mundo, Osasuna se estrenó con victoria en El Sadar y se llevó los tres puntos, que es de lo que se trataba. El gran protagonista del choque fue Budimir, quien perforó la portería del Granada por partida doble. El ariete croata lleva cinco goles -cuatro en Liga, dos de penalti- en su cuenta particular.

A los anfitriones les tocó apretar los dientes desde el inicio, pues su rival salió sin ningún complejo, dispuesto a ponerse por delante cuanto antes. Con el miedo en el cuerpo por los culebreos y la velocidad de Bryan, uno de los futbolistas de moda ahora mismo, los de Jagoba Arrasate aguardaron al descuido de su oponente, con un Chimy Ávila que lo intentó con la zurda cumplido el minuto 7.

El cuadro nazarí siguió a lo suyo, intentando llevar la batuta, pero los locales ya habían detectado las debilidades de su adversario. En otra rápida transición no perdonaron. De nuevo, el delantero argentino se hizo con el esférico y metió un pase interior milimétrico para que Budimir, rozando el fuera de juego y esperando después a la confirmación del VAR, anotase su cuarta diana de la temporada cruzando con un toquecito ante la salida desesperada de André en el minuto 11.

El gol le dio poso a Osasuna, aunque necesitó de una buena estirada de Herrera en la siguiente jugada, a tiro colocado de Gumbau (m.14). El encuentro entró en una fase de centrocampismo y algunos fogonazos visitantes, como la contra que llevó con cierta suerte Bryan, pero eligió mal a la hora de combinar (m.29). De nuevo Herrera salvó a los suyos, esta vez con una triple parada a otras tantas intentonas en el mismo lance de Boyé, Carreras y Bryan (m.38).

PENALTI CON VAR

Con la misma efectividad que en el primer tiempo empezó Osasuna el segundo. Un gran pase de Aimar y un remate un tanto forzado de Budimir (m.49) fue la antesala del 2-0. El ariete balcánico volvió a plantarse solo ante André en un intento de remate-regate, siendo arrollado por el portero, aunque el trencilla no dio en primera instancia el penalti y sí después de ver la jugada en la pantalla.

No falló el de Zenica y el encuentro se inclinó todavía más del lado rojillo cuando un feo pisotón de Boyé a Aimar le mandó a la caseta antes de tiempo. Con uno más -fueron dos cuando se lesionó Rubio en el descuento y con los cambios granadinos ya completados-, Osasuna ya jugó a placer, siendo la pareja Barja-Raúl la más activa. Al joven delantero se le anuló un gol por fuera de juego y dispuso de varias oportunidades -falló una clara-, recibiendo el ánimo de la grada.