GARA
BILBO
INFIERNO EN GAZA

Israel niega visados a representantes de la ONU para «darles una lección»

Tras las declaraciones del secretario general de la ONU poniendo contexto a la situación que vive Palestina, el Gobierno israelí ha empezado a rechazar visados a los representantes de Naciones Unidas, entre ellos al subsecretario general de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths. Este veterano diplomático se implicó directa e intensamente en el proceso abierto en Euskal Herria.

Griffiths, en un acto realizado en Aiete en 2021.
Griffiths, en un acto realizado en Aiete en 2021. (Idoia ZABALETA | FOKU)

Las palabras del secretario general de la ONU, António Guterres, aludiendo al origen del conflicto entre israelíes y palestinos ha comenzado a tener consecuencias prácticas sobre el terreno. El ex primer ministro portugués afirmó el martes ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que el asalto de Hamas del 7 de octubre no surgió «de la nada» y recordó que el pueblo palestino lleva sometido a «56 años de asfixiante ocupación». Previamente, había rechazado «inequívocamente los actos terroristas horribles y sin precedentes» de Hamas.

Pese a ello, el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, se apresuró a reclamar la dimisión de Guterres, pero la cosa no quedó ahí. El propio Erdan indicó ayer que Israel ha comenzado a denegar visados a representantes de las Naciones Unidas y mencionó entre ellos a Martin Griffiths, subsecretario general de Asuntos Humanitarios. «Hay que darles una lección», enfatizó.

IMPLICADO EN EUSKAL HERRIA

Martin Griffiths, persona de máxima confianza de Guterres, tiene una amplia experiencia en la mediación y resolución de conflictos. De hecho, es un viejo conocido en Euskal Herria, pues impulsó el diálogo entre ETA y el Gobierno español en el ciclo 2005-2007 desde el centro Henry Dunant, del que es fundador.

Este diplomático británico estuvo precisamente hace ahora dos años en Aiete con motivo de la década de la Conferencia de Paz de 2011 y, según contó en aquella cita, de su mano vinieron Jonathan Powell, exjefe de Gabinete de Tony Blair, y Mark Muller, el abogado que lideró el caso de Inés del Río ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que supuso el fin de la llamada “doctrina Parot”.

En aquella intervención, Griffiths valoró que lo ocurrido diez años atrás, y después, había sido «un logro extraordinario, logrado con un gran coraje». «Os tengo que dar la enhorabuena por vuestra valentía y por la decisión tan difícil de poner fin a este conflicto. Y no porque se resolvieran las diferencias existentes, sino porque se decidió afrontar las cosas de otra manera», señaló quien hoy se enfrenta al veto político impuesto por el Gabinete de Benjamin Netanyahu.

Sobre este asunto, y tras el anuncio israelí, la ONU dijo estar «dialogando» con ese Gobierno sobre los visados bloqueados o denegados a sus funcionarios. El portavoz de la Secretaría General, Stéphane Dujarric, quiso quitar importancia al anuncio de Erdan y declaró que no está afectando de momento al trabajo de los funcionarios de las Naciones Unidas en Israel: «He hablado con mis colegas en Jerusalén y siguen con sus contactos a todo nivel con sus contrapartes, sean del Gobierno o del Ejército, y los contactos continúan con normalidad», aseguró, y dijo que no han apreciado «ningún cambio ni disminución en el estatus» de sus trabajadores sobre el terreno.

Con respecto a la situación de Griffiths, Dujarric explicó que se encuentra en Ginebra (su residencia habitual), y expresó el deseo de Guterres: «Como con cualquier otra oficina que trabaja para la Secretaría, esperamos que cada estado miembro facilite el trabajo de los funcionarios de la ONU en viaje oficial».

Sobre las peticiones de dimisión pronunciadas por el embajador israelí y por el propio ministro de Exteriores, Eli Cohen, Dujarric se negó a hacer el mínimo comentario: el secretario general «no se va a poner a comentar cada llamado de un estado miembro para que dimita», aunque el propio Guterres aseguró ayer sentirse «asombrado por las tergiversaciones de algunos» con respecto a sus palabras.



38 trabajadores de la ONU entre las víctimas

En medio de la escalada diplomática, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (Unrwa) informó ayer de la muerte de otros tres de sus trabajadores víctimas de los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza, lo que eleva a 38 el total de fallecidos desde el 7 de octubre.

Además, los bombardeos han dañado un total de 41 instalaciones de la organización, que actualmente acoge a 613.000 gazatíes desplazados en otros 150 complejos a lo largo de toda la Franja. Según el informe, el número medio de desplazados internos por refugio ha alcanzado 2,7 veces su capacidad, y algunos refugios han llegado a tener 12 veces la ocupación prevista.

«Unrwa continúa distribuyendo asistencia en los refugios; sin embargo, las condiciones actuales limitan gravemente el acceso a los servicios esenciales y representan un riesgo para la salud y la protección de los desplazados internos», detalla en la nota remitida por la agencia de las Naciones Unidas.

La Unrwa también había anunciado que, si no llegaba combustible, ayer por la noche iba a tener que suspender sus servicios en Gaza. GARA