Juan Mari ARREGI
Periodista
KOLABORAZIOA

La industria militar vasca y el negocio de las guerras

No sería la primera vez que alguien que algún día se paseara por zonas de guerra como Israel, Ucrania, Oriente Medio, etc., se encontrara resto de material armamentístico producido en Euskal Herria: morteros, aviones, tanques, granadas, municiones. Porque, pese a que muchas veces han pretendido engañarnos diciendo que son armas que no se venden en zonas en guerra, esa es la realidad, ¡van a la guerra!

La realidad tozuda es que son no pocas y muy importantes las empresas de la industria militar vasca, incluida Iparralde con la industria aeroespacial de Baiona, las que están participando en ese negocio de las guerras.

700 millones de facturación. La industria militar vasca está compuesta por un centenar de empresas, las cuales venden el 80% de su producción a los Ministerios de Defensa y Fuerzas Armadas de países como Marruecos, Arabia Saudí, Israel, EEUU, México, Brasil, España.

Entre las empresas más importantes se encuentran ITP Aero de Barakaldo (antigua Precicast-PCB) la cual fabrica componentes del avión de transporte militar Airbus A400 y del avión de combate europeo Eurofighter. Sener, ubicada en Getxo, que es líder a nivel europeo en «Sistemas de actuación y Control (SAC)» y en «Aplicaciones de Inteligencia, Vigilancia, Reconocimiento y Sistemas integrados» para los misiles Taurus Kepd 350, Iris-T, RBS 70 NG, Meteor y NSM. Sener es la segunda empresa del Estado español en el sector de «misiles», la sexta en el sector aeroespacial militar y la decimosegunda en el segmento de armamento israelí «Israel Aircraft Industries LTD».

Hay que destacar SAPA y Aernova. De los primeros 12.000 millones del Fondo Europeo de Defensa destinados al Estado español, 2.000 millones se repartirán en nuevos pedidos a empresas vascas que disponen de una línea de negocio centrada en el diseño y fabricación de armamento. A las dos anteriores hay que añadir en este capítulo también a Sener e ITP.

No obstante hay otras pequeñas empresas que hacen también su negocio. Concretamente en Gipuzkoa: Barrena Bostak, Ignacio Tres, Armas Parkemy, Armas Garbi, Grulla Armas, Carabinas Cometa, Aya Agirre y Aranzabal (Eibar), Armas Kemen (Elgoibar) o Dikar (Bergara). En Bizkaia: Joseba Barrenechea Garizurieta Mikel Bar (Zaldibar); Carmusa Sport (Gordexola) o Ardesa (Zamudio). Y en Alava: Sofia Iberica SL o Berfetta-Benelli Iberica SA (Iruña de Oca).

Esta industria militar, tan solo en Vascongadas, factura más de 750 millones de euros al año siendo la tercera comunidad autónoma del Estado que más factura tras Madrid y Andalucia. En 2022 obtuvo unos beneficios en torno a los 150 millones de euros.

En la actualidad, la producción armamentística en Vascongadas se centra principalmente en la producción de armas acopladas a vehículos de guerra o a piezas para sistemas armamentísticos más grandes que se montan fuera, como por ejemplo, partes del tanque Leopard, del caza de combate europeo Eurofighter, del avión de transporte militar A400M, del helicóptero Tigre, de los blindados Pizarro y Piranha o del sistema de misiles IRIS-T.

Crece el gasto militar. Ejemplos de complicidad institucional en el negocio de las guerra es el incremento de 6.500 millones de euros para gasto militar en 2022, cuando ese año ya alcanzaba los 22.000 millones de euros. Además, el Gobierno de Pedro Sánchez decidió destinar 10.000 millones de euros en cazas, misiles, submarinos y buques de guerra; tanques Leopard y Pizarro, cazas Eurofighter y F35 y avión de combate F2000, submarinos de clase S-80, helicópteros de ataque Tigre, NH-90 y Chinook CH47, avión de transporte militar A400, fragatas F-100 y F-110, misiles Meteor, Harpon y Taurus, etc.

El Gobierno vasco tampoco se queda al margen ya que subvenciona con cerca de 100 millones de euros la industria militar ligada principalmente al sector aeronáutico.

Morteros de Markina en Israel. Dentro de la tradición armamentística vasca cabe recordar la empresa de Markina Esperanza y Cia, ECIA, fundada en 1925 y ubicada en esa localidad vizcaína en 1935. Estuvo dedicada a la fabricación de armas, municiones y morteros para el Ejército español y para la exportación.

En 1978 era ya el primer exportador de armas del Estado español con unas ventas totales de 1.760 millones de pesetas. En la década de los 80 Explosivos Rio Tinto se hizo con el 40% de su capital en el que participaba también el entonces Banco de Vizcaya. Tras la suspensión de pagos en 1990 cerró en 1994.

El mayor negocio de ECIA, posiblemente, fue sus ventas de morteros y granadas a Israel. Quien suscribe este artículo fue testigo en la década de los 80 de uno de sus transportes de material de guerra en avión desde el aeropuerto de Sondika a Israel. Camuflado en una furgoneta, gracias a la colaboración de un empleado, pude sacar una foto que fue al dia siguiente primera página de "Egin", para quien trabajaba. La fotografía demostraba lo que entonces negaba su dirección, que enviaba material de guerra a Israel.