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Israel ataca hospitales y corta en dos Gaza mientras Blinken contemporiza

Israel aumentó los ataques a hospitales y campos de refugiados en Gaza, donde otro corte de comunicaciones hacía temer una noche de «crímenes generalizados». Su operación terrestre ha cortado en dos la Franja, mientras el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, trataba de implicar a la ANP en el futuro de una devastada Gaza y sigue sin pedir un alto el fuego a su aliado.

Soldados israelíes avanzan en el interior de la Franja, donde afirman haber cercado ya la ciudad de Gaza.
Soldados israelíes avanzan en el interior de la Franja, donde afirman haber cercado ya la ciudad de Gaza. (AFP)

«Quitad la palabra (alto el fuego) del diccionario. Se lo decimos tanto a nuestros enemigos como a nuestros amigos. Vamos a seguir hasta derrotarlos. No tenemos alternativa», lanzó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que reiteró que Israel no aceptará un alto el fuego en Gaza hasta que todos los rehenes sean liberados.

El corte de las comunicaciones y de internet que Israel volvió a ejecutar ayer al caer la noche auguraba un aumento de «crímenes generalizados», alertó el Sindicato de Periodistas Palestinos.

De hecho, los alrededores de varios hospitales, como el de Al Shifa, el mayor de la Franja, estaban siendo objetivo de bombardeos.

Ya en la madrugada anterior, al menos 51 personas murieron y decenas resultaron heridas por un ataque aéreo israelí contra el campo de refugiados de Al Maghazi. Los aviones de combate centraron su ataque en viviendas.

Un periodista de la agencia turca Anadolu, Mohammed al-Aloul, había pasado la noche cubriendo otros bombardeos y solo pudo llegar a su vivienda destruida por la mañana, ya que los ataques fueron muy intensos a lo largo de todo el recorrido.

Allí comprobó que había perdido a tres hijos, una hija, cuatro hermanos y varios de sus sobrinos y sobrinas en el campo de Maghazi. «Lloré viendo morir a hijos ajenos detrás de mi cámara, hoy soy yo quien perdió a mis hijos», lamentaba.

Israel también atacó otros barrios situados en el norte y el oeste de la Franja, incluso con bombas de fósforo blanco, prohibidas internacionalmente en entornos civiles. Entre ellos el campamento de refugiados de Al Shati.

La Media Luna Roja Palestina también denunció intensos bombardeos y ataques de artillería cerca del hospital Al Quds y de su sede en la ciudad de Gaza, que causaron múltiples víctimas.

«La intensidad del bombardeo está haciendo temblar el edificio y los equipos de respuesta a emergencias no pueden salir debido a la gravedad de los ataques, aseguró la organización. Un edificio situado a unos 50 metros del hospital quedó totalmente destruido.

El balance de cuatro semanas de asedio total y bombardeos dejaba hasta ayer más de 9.700 personas muertas y 24.800 heridas según el Ministerio de Sanidad gazatí, que detalló que 4.008 de los fallecidos son menores 2.550 mujeres, 596 ancianos y 175 profesionales sanitarios.

El Ministerio ha recibido además 2.260 informes de personas desaparecidas, incluyendo 1.270 niños que aún se encuentran bajo los escombros.

Por otra parte, denunció que Israel ha atacado deliberadamente 110 instituciones de salud en un sistema sanitario ya prácticamente colapsado por el bloqueo del suministro de combustible y electricidad.

LA FRANJA CORTADA EN DOS

A la vez, el Ejército israelí continúa con la incursión terrestre en la que ha avanzado desde el este hasta la costa y ha llegado hasta la ciudad de Gaza, cortando en dos la Franja. Ahora, se centra en avanzar entre ruinas con numerosos vehículos blindados y tanques.

Hace frente a las milicias palestinas, peor armadas pero que ya han matado a 29 soldados israelíes.

Mientras, su aliado EEUU prepara para Israel el futuro para una Gaza tras la devastaición. El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, se reunió con el presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abbas, después de que el martes planteara que podría asumir el control de la Franja de Gaza con un papel interino de «terceras partes internacionales».

Israel aún no ha aclarado los propósitos del desplazamiento forzado de población y de la destrucción que está llevando a cabo y si pretende ocupar la Franja y expulsar a su población al Sinaí -como ha insinuado alguno de sus ministros- o adjudicar su gestión a terceros.

Abbas indicó a Blinken que la ANP solo asumiría responsabilidades en el marco de una solución global que incluya Cisjordania y Jerusalén Este.

Además, denunció «el genocidio del pueblo palestino, así como «el terrorismo de los colonos judíos» y la «limpieza étnica» en Cisjordania.

Abbas dirige una ANP desacreditada por la corrupción y la colaboración con Israel frente a la creciente popularidad de Hamas, lo que choca con los planes de Blinken. El secretario de Estado, por su parte, siguió ignorando todas las demandas de alto el fuego y se limitó a la retórica de apoyo a las «pausas humanitarias» para aumentar la entrada de la ayuda a Gaza.

Blinken tiene previsto viajar hoy a Turquía, donde su presidente, Recep Tayyip Erdogan, ha ido cortando su acercamiento a Israel y se proclama defensor de los palestinos, pero ayer la Policía turca usó gas lacrimógeno y cañones de agua a presión contra manifestantes propalestinos en la base de Incirlik, donde operan fuerzas estadounidenses.



Deriva ultra a la «opción nuclear»

La oficina del primer ministro israelí se desmarcó de las declaraciones del ministro de Patrimonio, el ultraderechista y ultraortodoxo Amihai Eliyahu, quien aseguró que podría ser «una opción» lanzar una bomba nuclear sobre la Franja de Gaza. Benjamin Netanyahu lo apartó «de forma indefinida» de las próximas reuniones ministeriales, si bien no lo cesó. Varios ministros matizaron o rechazaron las declaraciones de Eliyahu, pero para el Ministerio de Exteriores palestino su opinión «traduce la guerra genocida lanzada por Israel contra la Franja de Gaza». El Ministerio de Exteriores saudí afirmó que demuestra «la penetración del extremismo y la brutalidad entre los miembros del Gobierno de Israel». «Las declaraciones del ministro racista israelí Eliyahu son reveladoras. No solo admite que poseen un arma nuclear, que es el secreto que todo el mundo conoce -dijo el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit-, también confirma la realidad sobre la mirada aborrecible y racista de los israelíes hacia el pueblo palestino». «Esta es la verdadera cara del Gobierno de ocupación», afirmó.GARA