Bruselas da luz verde a negociar la adhesión de Ucrania, Moldavia y Bosnia-Herzegovina
La Comisión Europea recomendó a los países de la UE abrir las negociaciones de adhesión con Ucrania, Moldavia y Bosnia y Herzegovina. Sobre todo en el caso de Ucrania, se trata, además, de un gesto de apoyo frente a Rusia en un momento en el que Kiev ve peligrar la solidez de sus apoyos internacionales.
Ucrania recibió ayer un nuevo espaldarazo occidental después de que Bruselas diera luz verde a sus negociaciones de adhesión a la Unión Europea.
«Hoy la historia de Ucrania y de toda Europa ha dado un paso correcto», se felicitó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, tras el anuncio de la Comisión Europea.
La presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, afirmó que «es un día histórico». El informe será sometido a la cumbre de los Veintisiete del 15 y 16 de diciembre.
La UE aceptó el estatus de candidato de Ucrania en 2022, un gesto simbólico unos meses después de la invasión rusa. Definió, además, siete condiciones que Kiev debe cumplir, sobre todo en materia de lucha contra la corrupción generalizada en el país y reformas judiciales. Von der Leyen aseguró ayer que Ucrania ha cumplido con el 90% de los pasos que le pidió dar en junio y recalcó que las reformas pendientes están encaminadas. Según Bruselas, aún debe hacer más en la lucha contra la corrupción, la limitación de la influencia de los oligarcas en la vida pública y el trato de las minorías.
Precisamente, Ucrania propuso ayer a Hungría una «hoja de ruta detallada» para resolver las diferencias entre ambos Gobiernos sobre las leyes que afectan a los derechos de los ciudadanos ucranianos de origen húngaro, por las que Budapest amenaza con vetar la apertura de negociaciones de adhesión.
La Comisión informará en marzo del progreso en esas tareas pendientes y espera que el Consejo (los Estados miembros) adopte un marco de negociación una vez que Ucrania las haya llevado a cabo, pero de facto las negociaciones podrían empezar desde la próxima cumbre comunitaria de diciembre.
No obstante, aún le quedaría un largo camino por recorrer. Ucrania e sumaría a la lista de países que ya están negociando con la UE. Algunos, como Turquía, desde hace 18 años.
Una eventual entrada de una potencia agrícola con más de 40 millones de habitantes plantea numerosas dificultades, comenzando por la financiación y por la necesidad de una nueva reforma de la UE.
APOYO FRENTE A RUSIA
Pero la decisión de la Comisión Europea supone, sobre todo, un gesto político más frente a Rusia. «Una Unión Europea más fuerte, más grande y unida es la respuesta geopolítica a la guerra de agresión de Rusia», afirmó la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock. Además, se lleva a cabo en un momento en el que Kiev, con el estancamiento en el campo de batalla y la atención mundial centrada en Palestina, ve peligrar la solidez de sus apoyos internacionales.
El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró en octubre que nunca se ha opuesto y sigue sin oponerse al ingreso de Ucrania en la UE.
Lo que no acepta Rusia es la idea de una hipotética entrada de Ucrania en la OTAN, y Putin subrayó que no ve «ninguna amenaza militar (...) en la cooperación económica de cualquier país, en uniones económicas».
Kiev recibió también el apoyo del G7, cuyos ministros de Exteriores reafirmaron, durante la última jornada de su reunión en Tokio, su respaldo y unidad «que nunca flaqueará» respecto a Ucrania, y que seguirán imponiendo «estrictas» sanciones a Moscú.
Kiev trata de avanzar cruzando el Dniéper
Kiev trata de superar un estancamiento en el campo de batalla antes del invierno y llevó un número reducido de vehículos blindados a la margen izquierda de la sureña región de Jerson, donde ya se encontraban las tropas ucranianas, a través del río Dniéper, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW). A su vez, el Ejército ruso reforzó a sus tropas con otros 40.000 hombres en un intento de completar el cerco de la localidad de Avdivka, en el frente del este, donde ha centrado sus últimos combates a costa de un gran número de pérdidas. GARA