Osakidetza está batiendo en los primeros nueve meses de 2023 el récord de quejas y reclamaciones de sus pacientes. Entre enero y septiembre de este año ha registrado 28.351 reclamaciones y 7.709 quejas. Son en total 36.060 incidencias, según datos remitidos por la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, al Parlamento de Gasteiz a petición de Rebeka Ubera, de EH Bildu.

Estas 36.060 quejas y reclamaciones suponen un incremento del 10,30% con respecto a las 32.691 contabilizadas en los primeros nueve meses de 2022. En aquel caso fueron 8.620 quejas y 24.071 reclamaciones.

También llama la atención que entre enero y septiembre de 2023 el número de quejas y reclamaciones de pacientes y usuarios es superior a las recibidas en todo el año entre 2017 y 2021. En 2017 se sumaron 34.501; en 2018, 35.834; en 2019, 32.446; en 2020, 29.801; y en 2021, 34.956.

Osakidetza también recibe felicitaciones. El año que más consiguió fue en 2022 con 2.010. La mayor cifra anterior fue en 2020 con 1.612.

«INVITACIÓN A LA REFLEXIÓN»

La parlamentaria de EH Bildu Rebeka Ubera, quien solicitó la información a la consejera de Salud, declaró ayer ante estas cifras que «son una prueba más del progresivo deterioro de Osakidetza en los últimos años y del creciente malestar de las personas que ven cómo no reciben la atención que necesitan y merecen».

Añadió la parlamentaria que «son datos que deberían hacer reflexionar a la consejera Gotzone Sagardui y a todo su equipo del Departamento de Salud y deberían servir para que dejen de lado las actitudes autocomplacientes que nos han traído a este escenario de malestar social cada vez mayor».

«Y, sobre todo -subrayó Rebeka Ubera-, deberían servir para que el Gobierno empiece a tomar de una vez las medidas que hacen falta para reforzar Osakidetza y disipar el enfado ciudadano».

Salud será una de las claves de la negociación presupuestaria

Las cuentas del Departamento de Salud y, por consiguiente, de Osakidetza serán una de las claves de la negociación presupuestaria, según se pudo comprobar ayer, cuando el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, mantuvo una primera toma de contacto con los grupos de la oposición, a excepción de Vox.

Según comunicó el Gobierno al cierre de la ronda, todos los partidos les anunciaron que remitirán sus propuestas al Ejecutivo, cuyo contenido determinará la continuidad de las conversaciones.

La portavoz parlamentaria de EH Bildu, Nerea Kortajarena, avanzó antes del encuentro que su grupo pondrá encima de la mesa diversas propuestas, que se detallarán en una plataforma de medidas que entregará a Azpiazu, donde tendrán un lugar destacado las dirigidas a «frenar el declive» de Osakidetza.

En todo caso, aclaró que no ve en el Gobierno ni ambición en la configuración del presupuesto ni voluntad de buscar acuerdos. En esto coincidió también la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, grupo que incidirá especialmente en la Ley de Vivienda y que, según avanzó, hará propuestas económicas por valor de 360 millones de euros. Esto no gustó al Departamento de Azpiazu.

El PP acusó al Gobierno de presentar cuentas «completamente electoralistas, con subidas y creaciones de partidas para satisfacer el carrusel de chiringuitos nacionalistas y socialistas». I. I.