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KIEV

Zelenski afirma tener un plan frente a las dudas sobre la contraofensiva

En el aniversario de la toma de Jerson, Ucrania no puede presentar logros similares en su contraofensiva, pese a lo cual el presidente, Volodimir Zelenski, afirmó tener un plan de combate para recuperar en 2024 varias ciudades ocupadas por Rusia, tanto en el sur como en el este. A la vez, Kiev descarta un posible cese de las hostilidades para entablar negociaciones con el Kremlin.

Un militar ucraniano vigila desde una posición en las afueras de Jerson.
Un militar ucraniano vigila desde una posición en las afueras de Jerson. (Roman PILIPEY | AFP)

«Tengo un plan. Tenemos ciudades muy concretas, direcciones en las que avanzar. No puedo desvelar los detalles, pero tenemos pequeños avances en el sur y también en el este», afirmó el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en el aniversario de la toma de Jerson, después de ocho meses de ocupación rusa.

Jerson fue la primera gran ciudad y la única capital regional que tomaron las tropas rusas tras la operación lanzada en febrero de 2022.

Kiev logró su retirada a la orilla izquierda del Dniéper, el río que se ha convertido en la línea del frente, desde donde continúan los bombardeos. En un año, al menos 9.500 ataques han matado a 200 personas, según Médicos Sin Fronteras.

Pero Ucrania no puede presentar grandes avances tras la contraofensiva iniciada el pasado 4 de junio, más allá de algunos pequeños progresos en el sur y el este, pese a la enorme cantidad de apoyo occidental recibida.

Zelenski, que ayer prolongó por tres meses la ley marcial y la movilización general y ha suspendido las elecciones, intenta disipar las dudas tanto en su país como en Occidente de que la contraofensiva ya no tiene recorrido.

Para ello mencionó precisamente progresos en Jerson, donde los ucranianos parecen haber creado una cabeza de playa en la margen izquierda del Dniéper, que incluiría blindados.

A su vez, el jefe del Consejo de Seguridad Nacional y de Defensa de Ucrania, Oleksi Danilov, destacó «grandes éxitos» con la destrucción de activos en Crimea, señalando el ataque al portamisiles Askold en un astillero de Kerch.

Pero la falta de resultados palpables en el frente en un conflicto del que no se ve el final han provocado nerviosismo en Ucrania y en los países que la apoyan.

Así, Zelenski volvió a quejarse de la lentitud de los suministros de armamento occidental y su impacto en el frente, y admitió la inquietud que causa en Kiev la actitud de algunos políticos republicanos de EEUU, que cuestionan mantener el volumen de apoyo.

Por si hubiera alguna duda sobre los planes de Kiev, el ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, descartó una posible pausa en los combates en respuesta a las informaciones acerca de conversaciones a puerta cerrada sobre negociaciones de paz. «Aquellos que afirman que Ucrania debe entablar ahora conversaciones con Rusia o no están informados o están confundidos o están de parte de Rusia», afirmó.

Mientras, Moscú indicó que casi 410.000 rusos han firmado contratos con el Ejército desde el pasado 1 de enero y que ha multiplicado la producción de armamento.

Rusia debe hacer frente a la pérdida de cantidades ingentes de soldados y armamento en las últimas semanas, sobre todo en su intento por rodear el bastión de Avdivka, en Donetsk, donde, según el Estado Mayor ucraniano, las fuerzas rusas han sufrido más de un millar de bajas solo en 24 horas.



Rusia y «la zanahoria de la UE»

Rusia expresó ayer sus dudas sobre las intenciones reales de Bruselas al dar luz verde a la apertura de negociaciones para el ingreso de Ucrania en la UE. «Es poco probable que se trate de promesas reales», señaló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. A su juicio, la decisión de aprobar el inicio las negociaciones y las alabanzas de la Comisión a los progresos de Kiev en las reformas realizadas son solo «una zanahoria lanzada» por los Veintisiete. Moscú ha reiterado que no tiene ningún problema con el ingreso de Ucrania en la UE pero estima que Bruselas solo ha enviado un señuelo para animar a Ucrania en un momento de crisis. Kiev lleva meses sin buenas noticias, se acerca al invierno y la contraofensiva se ha estancado, mientras los pequeños logros ucranianos están dejando de ser noticia y empiezan a resaltarse aspectos más negativos, como las divisiones internas y la corrupción.GARA