GARA
NAYPYIDAW

Una ofensiva guerrillera deja contra las cuerdas al Ejército birmano

Una alianza de guerrillas de minorías étnicas de Myanmar, a las que se han sumado milicias prodemocracia, ha extendido su ofensiva en la llamada Operación 1027, la mayor amenaza al debilitado control del Ejército desde el golpe de Estado de febrero de 2021.

Miembros del MNDAA, en una de las bases militares.
Miembros del MNDAA, en una de las bases militares. (KIN | AFP)

La Operación 1027, que toma su nombre del día en el que fue lanzada, el pasado 27 de octubre, por una alianza de guerrillas de las minorías étnicas y milicias prodemocracia, anunció el jueves haber tomado bajo su control 150 campamentos militares y al menos seis ciudades (cuatro del estado nororiental de Shan, limítrofe con China, y dos del centro-norte de Sagaing).

Amplía, así, su ofensiva en el norte y el centro del país y pone contra las cuerdas al Ejército, que detenta el poder desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021 y que ha admitido de forma inusual la amenaza actual de fragmentación nacional, con un saldo de víctimas incierto.

Según la ONU, esta ofensiva ha provocado ya unos 90.000 desplazados. «Casi 50.000 personas en el norte de Shan se vieron obligadas a desplazarse a complejos religiosos con familiares. Muchos también se han movido hacia la frontera con China y otros todavía están intentando cruzar», informó la OCHA, que cifra en 17 los civiles muertos. Unas 40.000 personas seguían desplazadas de Kawlin.

La operación fue lanzada inicialmente por la Alianza de la Hermandad, integrada por el Ejército Arakán (AA), el Ejército de Liberación Nacional Ta'ang (TNLA) y el Ejército para la Alianza Democrática de Birmania (MNDAA). A ella se han unido en los últimos días las fuerzas populares de defensa (PDF), constituidas sobre todo por jóvenes sin experiencia bélica que se lanzaron a la lucha armada tras el golpe y que son el brazo armado del Gobierno de Unidad Nacional (NUG), que se declara la autoridad legítima y opera en la semiclandestinidad.

A la ofensiva se han sumado otras guerrillas étnicas que apoyaban a las PDF, como el poderoso Ejército de Independencia de Kachin (KIA), que contribuyó en la captura esta semana de dos ciudades: Hkampat, en la división de Sagaing, junto a la frontera india, y Kawlin, también capital de distrito en dicha región.

Según el NUG, la Operación 1027 y medios locales, hay intensos enfrentamientos en las ciudades de Pinlalbu y Tigyaing, en Sagaing. Y la ciudad de Laukkai (en Kokang, en el estado de Shan, junto a la frontera con China) estaría rodeada por fuerzas rebeldes.

AMENAZA REAL

«Es una amenaza muy real al régimen militar. Es la amenaza más seria desde la independencia (de Myanmar en 1948)», señaló a Efe Anthony Davis, experto en seguridad en Myanmar para la consultora IHS-Jane's. Indicó que el operativo «fue planeado durante meses» y que «nunca antes el Ejército había perdido control sobre un área administrativa tan grande», y alertó sobre el avance rebelde hacia Mandalay, la segunda urbe más grande tras Rangún.

Antes de la ofensiva, el Ejército ya sufría de una pérdida de efectivos y se encontraba al límite en otras zonas del país, según los expertos.