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El asedio israelí convierte los hospitales de Gaza en cementerios

Con los hospitales de Gaza asediados y fuera de servicio, sin electricidad ni comida, los pacientes, personal y refugiados están condenados a esperar la muerte por hambre, balas o enfermedades. En Al Shifa, han tenido que excavar una fosa común para enterrar 179 cuerpos. Fuera, las ambulancias no pueden llegar a los heridos.

Personal sanitario del hospital Nasser reza ante los cadáveres de varias víctimas del    bombardeo israelí en Jan Yunis antes de su entierro.
Personal sanitario del hospital Nasser reza ante los cadáveres de varias víctimas del bombardeo israelí en Jan Yunis antes de su entierro. (Mohamed HAMS | AFP)

Todos los hospitales del norte de la Franja de Gaza han quedado fuera de servicio, salvo uno, que atiende a duras penas a sus pacientes. La falta de electricidad, de suministros médicos, de oxígeno, alimentos y agua, además de los bombardeos y enfrentamientos en los alrededores han hecho que ya no puedan ofrecer los cuidados necesarios a enfermos y heridos, según confirmó la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas.

El Ejército israelí ordenó la evacuación de todos ellos, pero a la vez sigue atacando a quienes intentan abandonarlos. La Organización Mundial de la Salud insistió, además, en que es imposible debido a que se trata de personas muy vulnerables y enfermas y que trasladarlas equivale a una sentencia de muerte.

Y los hospitales del sur, menos numerosos y ya desbordados, no tienen en absoluto capacidad para recibir a los pacientes evacuados.

«¿Y por qué habría que desplazarlos? Un hospital nunca debería ser atacado. Es un lugar seguro. Es lo que prevé el derecho humanitario internacional», añadió.

Pero Israel sigue presentándolos como objetivos militares asegurando que albergan cuarteles de Hamas, lo que, incluso si fuera cierto tampoco el derecho internacional avalaría que los atacara. Ayer la Casa Blanca respaldó este argumento, avalando la continuación de la carnicería.

Bajo este asedio y ataques, los miles de pacientes y desplazados que intentan refugiarse en los hospitales parecen condenados a esperar la muerte por balas, hambre o enfermedades.

Las intensas lluvias añadieron ayer un riesgo más.

En Al Shifa, el principal centro hospitalario de Gaza, en los dos últimos días han muerto 32 pacientes, entre ellos siete bebés prematuros como consecuencia del corte de electricidad y las condiciones extremadamente precarias. En el centro quedan entre 600 y 650 pacientes hospitalizados, entre 200 y 250 miembros del personal y 1.500 desplazados internos, mientras que otros 36 bebés en incubadoras y los enfermos que necesitan diálisis están en riesgo inminente de morir.

FOSA COMÚN

Los trabajadores han tenido que abrir una fosa común en el complejo para enterrar los cuerpos de 179 pacientes, entre ellos los de los siete bebés y 29 pacientes de cuidados intensivos.

«Hay cadáveres en los pasillos del complejo hospitalario y las cámaras frigoríficas de las morgues ya no tienen electricidad», explicó el propio director del hospital, el doctor Mohammed Abou Salmiya.

Según periodistas que se encuentran en el lugar, la fosa común que se cava en el recinto es pequeña y no hay espacio para todos los muertos, mientras los insumos médicos básicos escasean aún más y se están realizando operaciones sin anestesia ni oxígeno.

El cirujano ortopédico Fadel Naim relató que palestinos con heridas de un nivel «moderado» están siendo operados sin anestesia, «con un sufrimiento mas allá de lo que humanidad en la tierra puede soportar».

El olor de los cadáveres se hace insoportable en el interior. «Al Shifa se convirtió en un verdadero cementerio para enfermos y heridos, y cualquiera que se mueva dentro o alrededor de los patios del hospital está expuesto a disparos», insistió el personal sanitario, en una denuncia que se repite desde hace días.

Los tanques israelíes siguen a las puertas y el cerco militar impide enterrarlos fuera, según el Gobierno gazatí, y desde el viernes por la noche no pueden salir ni entrar ambulancias.

También la Media Luna Roja de Gaza denunció que los heridos en el norte de la Franja se están muriendo porque ni las ambulancias ni los servicios médicos pueden llegar hasta los lugares donde se encuentran. «Son abandonados en agonía para sufrir y morir sin respuesta a sus llamadas de ayuda», aseguró el director general de la Media Luna Roja de Gaza, Marwan Jilani. Jilani añadió que están recibiendo numerosas llamadas de gente diciendo «que hay muertos en las carreteras, bajo los escombros e incluso en las casas y las familias no pueden enterrarlos, porque no pueden salir».

Insistió en que la situación «es catastrófica», con una gran escasez de agua y comida tanto para los equipos, los pacientes y el resto de personas que permanecen en el hospital.

También relató el asedio del hospital de Al Quds, igualmente rodeado por el Ejército israelí y donde nadie «se puede aventurar fuera ni se puede acercar a las ventanas porque hay francotiradores que disparan». El director precisó que varias personas han resultado heridas por estos disparos y dos han muerto.

«Hemos intentado evacuar Al Quds, donde quedan en torno a 50 pacientes y sus acompañantes, además de nuestros equipos, pero los intentos han fracasado», apuntó.

La cifra de muertos por los bombardeos israelíes ya alcanza los 11.320 -4.650 niños- y las autoridades tienen ya problemas para contabilizarlos por el asedio que impide cualquier movimiento.



Toma de la sede del Gobierno

El Ejército israelí afirmó que sus tropas capturaron múltiples edificios militares y gubernamentales en la Franja de Gaza, incluyendo «la sede de la asamblea legislativa y del Gobierno de Hamas». De hecho, los soldados israelíes divulgaron como un trofeo su fotografía en el interior de la sede del Parlamento entre banderas israelíes.

También apuntó la toma «del cuartel general de la Policía y una facultad de ingeniería», asegurando que los edificios tomados son utilizados para producir armas, o son centros de entrenamiento, de mando o de detenciones. Igualmente afirmó que fuerzas de combate combinadas de la Brigada Golani aseguraron con éxito la residencia del gobernador, identificada como «una instalación utilizada por la organización terrorista Hamas que albergaba tanto las oficinas militares y policiales como las oficinas de inteligencia militar, el cuartel general y varios puestos de avanzada de la organización».

El Ejército israelí reconoce 46 muertos en la ofensiva terrestre que avanza sobre el norte de la Franja.

También anunció haber logrado el «control operativo» del campo de refugiados del Al Shati, donde asegura que han muerto «miles de miembros de Hamas» en redadas contra «efectivos estratégicos de la organización» y el hospital de Rantisi, «que estaba siendo utilizado por la organización para desempeñar actividades militares y esconder a rehenes».GARA



Piden detener y juzgar a Netanyahu y otros líderes en el TPI

80 cargos políticos de distintos lugares del planeta han remitido un escrito al fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI) donde reclaman la detención del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para que sea juzgado por crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio contra el pueblo palestino. La petición se dirige también contra miembros del Gobierno israelí como el ministro de Defensa, Yoav Galant; Benjamin Gantz, miembro del gabinete político y de seguridad del Ejecutivo; Bezalel Smotrich, actual ministro de Finanzas; Itamar Ben Gvir, actual ministro de Seguridad; y Hertzi Halevi, actual jefe del Estado Mayor de Defensa del Ejército.

Entre quienes suscriben el documento están los miembros de EH Bildu Pernando Barrena, Diana Urrea, Oihana Etxebarrieta e Irati Jiménez, además de la navarra Ione Belarra, ministra española de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos. En el plano internacional firman el escrito cargos como el secretario general del Partido de los Trabajadores de Bélgica, Peter Mertens, varios diputados de Catalunya, Chile, México y Bolivia, y diversos eurodiputados de fuerzas progresistas y el exlíder del Partido Laborista británico Jeremy Corbyn

El texto cita ataques contra bienes civiles, el traslado forzoso de la población civil por parte de una potencia ocupante o la «persecución de un grupo o colectividad fundada en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos», y pide que se amplíe la investigación sobre actuaciones armadas contra campos de refugiados, el uso de fósforo blanco o el bombardeo contra el hospital de Al-Ahli en Gaza, así como una mayor velocidad y decisión en la investigación sobre los crímenes de guerra cometidos en Cisjordania.

En la misma línea, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, denunció que la respuesta militar de Israel al ataque de Hamas es «igual al terrorismo».

En el otro extremo, el canciller alemán, Olaf Scholz, ignoró las matanzas de miles de civiles y los ataques a los hospitales, afirmando que Israel es una «democracia» e insistiendo en que «no solo tiene el derecho» sino incluso «el deber» de defenderse de Hamas.

En cualquier caso, el Gobierno israelí no solo ignora los llamamientos al cese el fuego sino que ataca a quienes los formulan, como al secretario general de la ONU, António Guterres, que ayer volvió a reclamarlo «en nombre de la Humanidad. El ministro israelí de Exteriores, Eli Cohen, dijo que Guterres, «no merece ser el jefe de Naciones Unidas». GARA