EDITORIALA

Palabras y valores que vacunan contra la irresponsabilidad y la frivolidad política

Todo indica que las derechas españolas van a perseverar en la estrategia deslegitimadora, demandando lo mismo elecciones que castigos. En contra de lo que pretenden, el protogolpismo de PP-Vox (y UPN) tiene el efecto de legitimar el mandato de Pedro Sánchez. A corto plazo, decantan a las sociedades del Estado en los temas clave de la legislatura: más a favor de la amnistía a los encausados por el procés, del debate de la plurinacionalidad y del reconocimiento nacional. A medio plazo, la influencia de esta deriva autoritaria en la de por sí pésima cultura democrática española será nefasta.

En resumen, el mandato de que no gobierne la derecha se refuerza. Los riesgos que acechan al bloque progresista provienen más de sus debilidades y tensiones internas que de sus enemigos. Conviene evaluar y prevenir esos riesgos.

PARTIDO A PARTIDO

De la mano de Pedro Sánchez, un renovado PSOE ha demostrado su firme voluntad de poder y capacidad negociadora. La ultraderecha refuerza su posición, pero eso le obliga a cumplir parte importante de lo pactado. Al pragmatismo demostrado deberá sumarle imaginación para compensar intereses, medir avances y esquivar minas rivales y fuego amigo. Comprobará, a la fuerza, como actúan algunos poderes. Deberá entender cómo funcionan sus aliados.

Uno de los aspectos positivos de adelantar las elecciones al 23J fue limar la degeneración de las luchas internas de Sumar. Desde mayo hasta ahora cada semana hubiese venido acompañada de otra pelea pública y descenso de apoyo social. La dirección del Sumar, el PCE, IU, Podemos, Más País, Comunes y otras confluencias deben actuar con responsabilidad. Y dejar de dispararse mutuamente y en el pie. Son una incineradora de talento e ilusiones.

Coalición Canaria ha dejado claro que su voto tiene un precio, y que este fluctuará con el mercado.

La causa catalana va a ser central en este tiempo político y sus fuerzas serán determinantes en la suerte del Gobierno. ERC corre con ventaja, porque ha adelantado la recomposición de estrategias, plazos e interlocutores. Aun así, a menudo parece que la competencia con Junts les condiciona en exceso.

En esta nueva fase, Junts aparca un legitimismo democrático que puede ser históricamente veraz pero era políticamente inoperativo. Lo difícil ahora es ser coherente con las decisiones que se saben correctas pero escuecen. El independentismo vasco les puede aconsejar al respecto: se ha hartado de tener razón y no siempre ha asumido sus buenas decisiones.

Por supuesto, en Catalunya las cuestiones personales y emocionales afectan demasiado por ahora.

El año que viene, junto con las de la CAV y las europeas, hay elecciones en Galiza. El BNG buscará avanzar e intentará que la pugna estatal entre PSOE y PP no ahogue la agenda gallega.

Precisamente, en Euskal Herria las elecciones condicionarán más de la cuenta a un PNV que está en decadencia y no acierta a saber por qué. La falta de autocrítica, negar la realidad que vive la gente y no valorar alternativas les está pasando factura. Tienen crisis de liderazgo, necesitan un relevo y una reconversión que no parecen en disposición de dar, ni por voluntad ni por capacidad. Aun así, son el PNV y retienen un poder inconmensurable.

EH Bildu está en forma y ayer lo volvió a demostrar en Bilbo. Las palabras y los valores que más repite Arnaldo Otegi captan el momento histórico: responsabilidad, serenidad, prudencia, exigencia, respeto, ambición, seriedad, solidez, colectivo, activar, debates, frescura, alianzas, militante, optimismo… Por eso es la fuerza de cuya seriedad, compromiso y palabra nadie duda en este momento.